¿Tuvo COVID-19? Conozca cómo recuperar la capacidad pulmonar

A pesar de que el COVID-19 afecta de manera diferente a cada persona que lo padece, síntomas como la fatiga, la dificultad para respirar y la tos seca son algunas de las secuelas más comunes que deja esta enfermedad en los pacientes.

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De esta manera, sin importar qué tipo de tratamiento recibió la persona durante y después del virus, es frecuente que los pulmones vean alterada su capacidad al reflejarse en falta de aire y debilidad en la persona, incluso cuando ejecuta acciones sencillas como caminar a paso apretado o subir escaleras. En algunos casos, la fatiga incluso se presenta cuando no realiza ningún tipo de esfuerzo físico.

“El solo hecho de estar en una UCI condiciona consecuencias nutricionales, físicas, neuromusculares, mentales, entre otras”, asegura José Alejandro Mojica, médico pediatra infectólogo de enfermedades transmisibles del Ministerio de Salud.

Para lograr una rehabilitación pulmonar y física, es indispensable que la persona afectada primero consulte a su médico para que el profesional evalúe su condición física y, así mismo, proceda a elaborar un plan de salud que le permita a su cuerpo una regeneración efectiva del sistema respiratorio.

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En algunos casos, los médicos pueden formular un régimen de ejercicios físicos, o de psicoterapia o de relajación (en caso de sufrir ansiedad y estrés derivados de la condición). En otros escenarios, pueden remitir a fisioterapia, rehabilitación, terapia respiratoria, ocupacional, física y cardíaca, o fonoaudiología. Sin embargo, es importante reiterar que estas rutinas siempre deben estar acompañadas de la supervisión de un profesional de la salud según las necesidades de cada individuo.

No obstante, existen algunas pautas que pueden ayudar a la rehabilitación respiratoria para aquellas personas que no requirieron hospitalización y se recuperan en casa, a partir de ejercicios simples que ayudan a fortalecer la respiración.

Estas son algunas recomendaciones:

LABIOS APRETADOS

Inspirar lentamente por la nariz, aguantar el aire 2-3 segundos y soplar lentamente formando una U con los labios.

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RESPIRACIÓN ABDOMINAL

Acostarse con las piernas semiflexionadas o sentarse en una silla con la espalda recta, inspirar aire por la nariz y sacarlo lentamente por la boca. Hacer de 10 a 15 repeticiones en la mañana y en la tarde.

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BOCA ABIERTA

Acostarse de lado en una superficie plana o sentarse en una silla, inhalar normal y exhalar lentamente con la boca abierta hasta vaciar del todo los pulmones. Hacerlo durante cinco minutos en la mañana y en la tarde.

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SOPLAR LA BOTELLA

En una botella llena de agua, soplar a través de un pitillo para formar burbujas, entre 5-10 minutos.

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OTRAS RECOMENDACIONES

En algunos casos, es recomendable realizar ejercicios que ayuden a fortalecer la musculatura de la parte alta de la espalda y de los brazos, como montar en bicicleta o hacer aeróbicos.

Recuerde: Estos consejos de ninguna manera sustituyen o cambian las recomendaciones ni prescripciones médicas. Siempre cuente primero con la valoración de un experto.