Ríos: autopistas por donde viajan los residuos que van al mar
El 90% de los plásticos que llega al mar provienen de solo 10 ríos del planeta. La basura que no arroja a una caneca termina en el océano. ¿Sabe qué lleva el Magdalena al mar?
Los ríos son autopistas por donde circula la biodiversidad. Y más en un país como Colombia que es un hervidero de vida tanto en tierra como en sus cuerpos de agua (ríos, lagos, lagunas y el mismo mar).
Pero así como los ríos transportan vida, también viajan por ellos los vertimientos humanos e industriales que están acabando con los océanos.
Carlos Lasso, líder de la Línea de Recursos Hidrobiológicos e investigador Senior del programa Ciencias de la Biodiversidad del Instituto Alexander von Humboldt, compara la Tierra con una hoja de un árbol por la que se ven circular nervios a lo largo y ancho y que llegan hasta el final.
“Hay una red de drenaje en todos los continentes: esos son los ríos y así funcionan por todo el planeta llevando vida. Pero, lamentablemente, el ser humano se ha dedicado a usarlos de patio trasero o vertedero de desechos orgánicos e inorgánicos”, dice.
En la naturaleza y en la vida todo está conectado. “El concepto de conexión de una cuenca se entiende cuando se arroja una basura en un río que desemboca, por ejemplo, en cualquier laguna que, a su vez, alimenta otros ríos que desembocan en el mar. Así funcionan las redes hidrográficas: con canales y vías alternas que, a la final, van a parar al mismo lugar, el océano”, complementa Lasso.
“Lo más evidente son los plásticos grandes que forman islas y que el mar luego devuelve a la tierra”, agrega.
El intercambio de agua entre ríos y mares hace parte del equilibrio que necesitan miles de especies para subsistir y para regular ciclos tan importantes para el sustento de los humanos como las migraciones de peces, por ejemplo.
Y los vertimientos y basuras de los humanos y las industrias todo lo afectan. En los ríos, pero también en el mar, el problema tiene que ver también con los microplásticos que hacen parte del contenido estomacal de los peces y que los humanos terminan por consumir. Se estima que, a hoy, 60% de las especies marinas tienen algún tipo de plástico en sus aparatos digestivos.
“Preocupa que son contaminantes no visibles. Llámense fosfatos, fósforo, nitratos, metales pesados con los que la gente se alimenta y que le dan la vuelta al mundo en los peces”, explica el experto.
Y agrega que “los atunes acumulan mercurio, otras especies, metales pesados y, los moluscos que son filtradores, también lo hacen. Ahora existen contaminantes nuevos como antibióticos y otras sustancias que van al mar. Hay sustancias que los océanos ya no asimilan y que emplean las industrias. Al no asimilarlas y con la ayuda del cambio climático y los cambios de temperaturas, estas sustancias son las responsables del blanqueamiento de corales y de las mortandades de peces”.
Para Lasso no son solo los plásticos sino todo lo que entra a los océanos y que representa ya el segundo problema ambiental más catastrófico después del cambio climático, de acuerdo con expertos.
“Al igual que la deforestación, la contaminación del mar debe ser cero”, dice este experto que hace parte del grupo de 58 científicos que durante años han estudiado el río Magdalena y cuya última publicación de una serie de 19 publicaciones es el libro Peces de la Cuenca del río Magdalena, Colombia: diversidad, conservación y uso sostenible.