Llegó a Colombia el primer crucero tras 17 meses de cierre por pandemia

Con 312 pasajeros a bordo, Cartagena recibió este martes el primer crucero en aguas caribeñas, luego de 17 meses sin operaciones a causa del confinamiento por el COVID-19. Se trata del Star Breeze, un crucero pequeño de la línea Windstar Cruise, el barco insigne de la reapertura de esta actividad en el país.

Este barco arribó al puerto cartagenero en medio de un itinerario de 14 días, que comenzó en la isla de Barbados y con su llegada se inicia la temporada 2021- 2022 en la que se espera 127 recaladas, con 214.906 pasajeros.

"Vamos a trabajar para que Cartagena pueda ser un puerto de embarque y desembarque de cruceros, porque eso nos generaría mayor empleo en la ciudad y por supuesto maximiza la economía local, que es lo que queremos", dijo el alcalde William Dau al recibir la embarcación.

Según las cuentas de la Cámara de Comercio de Cartagena, esta reapertura puede dejarle a la economía cartagenera 32 millones de dólares y se estima que se beneficien diferentes sectores, con 747 empleos directos y más de 1.886 indirectos.

Garantías de bioseguridad

Las directivas del Terminal de Cruceros indicaron que los requisitos de llegada de esto buques garantizan el cumplimiento de todos los protocolos de bioseguridad necesarios para evitar el contagio pro Covid-19.

“Las garantías de bioseguridad que traen los cruceros no se han visto en ningún otro sector, dado que se exige la vacunación al 95% de los pasajeros, al 98% de la tripulación y adicional a eso, se exige una prueba negativa de detección de COVID-19 para el embarque y se aplican pruebas de detección al 100% de las personas que ingresan al crucero”, explicó María Emilia Bonillas, coordinadora Terminal de Cruceros de Cartagena.

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Por su parte, la Administración Distrital detalló que dispuso de un circuito en el Centro Histórico donde pondrán transitar los turistas garantizando su movilidad peatonal, seguridad, bioseguridad, orden y aseo.

“Este corredor está compuesto por: siete plazas, tres museos, dos iglesias, dos parques, una oferta de servicios entre joyería, artesanías, restaurantes y la participación de 150 vendedores estacionarios con confianza legítima. Se identificaron las calles transitadas para realizar el rastreo en caso de ser requerido e implementar las medidas necesarias de bioseguridad”, detallaron.