Ciénaga Grande y Sierra Nevada: las joyas de la corona del Caribe
El Caribe colombiano es un refugio de biodiversidad única del planeta. Dos muestras: la Ciénaga Grande de Santa Marta y la Sierra Nevada.
Desde los cero hasta los 30 grados centígrados, la Sierra Nevada de Santa Marta es la montaña costera más alta del mundo: se eleva en forma de pirámide desde el mar hasta alcanzar los 5.775 metros con sus dos picos de nieve, Colón y Bolívar, los más altos del país. Los expertos dicen que es el resumen de todos los pisos térmicos que existen.
Esta particular condición permite que, de una parte, en las zonas altas de lagos glaciares concentre los nacimientos de agua de, al menos 36 ríos (entre ellos Palomino, Don Diego, Ranchería, Cesar, Fundación, Guatapurí, Aracataca y Ranchería) y, del otro, que albergue a lo largo de sus diferentes ecosistemas el 30% de las especies vertebradas de todo el país lo mismo que 36% de las aves que existen en el planeta.
Por lo menos 1,5 millones de personas viven del agua que nace en la Sierra, cuyo territorio lo resguardan cuatro comunidades indígenas ancestrales: koguis, arhuacos, kankuamos y wiwa. Por concentrar la red de ecosistemas que protegen tantas formas de vida, además de albergar comunidades indígenas fundamentales para su protección, la Unesco la declaró en 1979 como Reserva de la Biosfera.
Sus comunidades están seguras de que la existencia de la Sierra mantiene el equilibrio del planeta. Pero es un equilibrio en constante amenaza por las actividades del hombre y como consecuencia del cambio climático. De acuerdo con el Ideam, de un área glaciar estimada en 82,6 kilómetros cuadrados en el año 1850, para 2019 solo quedaban 6,21 kilómetros cuadrados.
Por su parte, la Ciénaga Grande de Santa Marta, hoy Santuario de Flora y Fauna, categoría establecida por Parques Nacionales Naturales, posee diversos ecosistemas de manglar, ríos, caños y pantanos y está conformado por más de 100 ciénagas.
Tiene diversas categorías de conservación, pero la más importante es la de ser Reserva de la Biosfera, al igual que la Sierra Nevada. Parte de su formación se la debe a los ríos que descienden de la zona occidental de la Sierra.
En la Ciénaga, de acuerdo con el Foro Nacional Ambiental, “confluyen las aguas del Rio Magdalena, la desembocadura de varios de los ríos de la Sierra Nevada de Santa Marta y el mar Caribe, formando el complejo de humedales costeros más extenso e importante en términos de biodiversidad, habitantes y economía del Caribe colombiano”.
Sin embargo, el Foro advierte que en este territorio también confluyen los grandes retos del país: “lograr la gestión de áreas de alta biodiversidad, la necesidad de poner al día la deuda de graves pasivos ambientales, superar la pobreza y la inequidad, la necesidad de curar de manera eficiente las heridas que dejó la violencia y reconstruir institucionalmente y socialmente un territorio para la paz, que además debe estar adaptado ante los retos del cambio climático”.
La travesía ecológica Caribe Respira, que desde el 13 de agosto recorrerá todo el Caribe colombiano recogiendo plástico del mar, dará cuenta del estado de estos dos territorios, hablará con sus pobladores y alertará sobre la situación por la que atraviesan.