Las 10 actitudes más odiosas de pasajeros en un avión, según una azafata

Las confesiones de una azafata sobre las conductas más odiadas de los pasajeros de un avión se volvieron tendencia. Se trata de una lista en la que explicó las actitudes más detestables durante un vuelo.

En la lista, en la que se incluyen 10 comportamientos, se habla sobre los momentos que ella y sus compañeros “odian”. Se trata de una compilación de una azafata que se hace llamar Caroline Skahn, datos que compartió en un portal llamado “Insider”, donde usuarios frecuentemente comparten sus experiencias.

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A continuación presentamos las actitudes que compartió la auxiliar de vuelo y que abordan desde gestos de descortesía y hasta preguntas que consideran como “obvias” e “incómodas”.

1. Que los pasajeros crean que la cocina es el gimansio

La azafata asegura que uno de los comportamientos más incómodos durante vuelos largos es cuando los pasajeros deciden “estirarse”. Sin embargo, no todos se desperezan desde su puesto, sino que prefieren hacerlo desde la cocina.

Para ella, resulta abrumador porque suele ser el área donde dejan los carritos de comida y por regla no deberían estar los pasajeros.

2. Despertar al “vecino” cuando llega la comida

Caroline explicó que si el compañero de asiento es un desconocido y prefiere dormir, es mejor no despertarlo. Aunque algunos lo hacen como una buena intención si se aproxima la comida, suele haber pasajeros que prefieren pasar la hora de la cena.

Incluso se ha encontrado con casos de viajeros solitarios que prefieren dormir y resulta molesto que el vecino le arruine el sueño.

3. Que las toquen

En su recuento aseguró que el botón de emergencia o ayuda en cada puesto existe por una valiosa razón: llamar a las azafatas cuando sea necesario. Sin embargo, algunos pasajeros prefieren tomar a las azafatas del brazo para captar su atención.

La mujer asegura que ese comportamiento resulta incómodo en pleno vuelo y más en un transporte donde el espacio para caminar suele ser reducido.

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4. La pregunta de “¿por dónde vamos?”

Una de las dudas que más enoja o incomoda a los auxiliares es sobre el lugar por el que pasa el avión. Aunque algunos pasajeros suelen ser curiosos, en ocasiones las azafatas no saben la ruta exacta.

Por eso recordó el elemento que casi todos los aviones incorporaron: la pantalla que indica la ruta trazada por el avión, los kilómetros recorridos y lo que falta del viaje.

5. Llamarlas para la basura

Ese comportamiento resulta particularmente molesto en un viaje de avión cuando las azafatas son llamadas con el botón de emergencia. Cuando acuden a los pasajeros, usualmente no llevan una bolsa de basura o guantes, por lo que sugiere usar la “bolsa de vómito” para depositar los desechos personales y entregarla al final.

6. Que los pasajeros se quiten los zapatos

En pleno vuelo, es una situación incómoda tanto para el resto de los viajeros como para las azafatas, pues algunos prefieren descalzarse. Sin embargo, el mal olor de algunos, combinada con la poca ventilación, lo califica como “asqueroso”.

7. No saludar

Aunque algunos podrían pensar que es agotador para los auxiliares de vuelo, la autora aseguró que solo es cuestión de educación. Un “buenos días” no sobra y hasta resulta un gesto positivo para los trabajadores durante el vuelo.

8. Descargar el enojo con las azafatas

Cuando los pasajeros afrontan una situación incómoda con sus aerolíneas, frecuentemente desatan su ira con el “rostro” más cercano, es decir los auxiliares de vuelo. Sin embargo, asegura que el personal no tiene la culpa de ese tipo de situaciones y refleja a una persona “odiosa”.

9. Pedir cobijas de más

Reclamar a los auxiliares algunos elementos como cobijas o las pequeñas almohadas extra resulta incómodo, pues usualmente la tripulación no cuenta con esos elementos. Por eso recomiendan a los pasajeros llevar ropa cómoda y abrigada por el aire acondicionado.

10. No cumplir con el uso de tapabocas

En plena pandemia, las azafatas se enfrentan a comportamientos negativos por parte de pasajeros que no usan adecuadamente su tapabocas. Además de ser un elemento de bioseguridad fundamental, se trata de una norma que se debe cumplir a cabalidad por parte de los viajeros.