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Obras en el humedal Tibabuyes son antiecológicas: Fundación Colectivo Somos Uno

Por su parte, la gerente de la empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá dijo en Sigue La W que estas obras vienen desde 2018.

Por su parte, la gerente de la empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá dijo en Sigue La W que estas obras vienen desde 2018.. Foto: Cortesía: Alcaldía de Bogotá

En diálogo con Sigue La W, Sofía Castillo, abogada de la Fundación Colectivo Somos Uno explicó que “el tema principal es la estigmatización frente a los defensores de la vida”, puesto que durante “el desalojo que ordenaron, en horas de la mañana, no dejaron entrar a las personas. Decidieron desalojar sin escuchar”.

Se trata del desalojo el día de ayer, 09 de agosto, en horas de la noche, de un campamento que se instaló en noviembre pasado como protesta por unas obras que se desarrollan dentro del humedal.

Según Castillo, “estas obras son antiecológicas, se están afectando los componentes agua, aire, suelo, sin requisitos legales. Los humedales no están para que sean parques de diversiones, sino para ser sumideros de carbono”.

“Las personas que acamparon durante todos estos meses no lo hicieron en condiciones excelentes, sino lo hicieron en razón a una protesta pacífica”, argumentó, añadiendo que “como todos los humedales”, el de Tibabuyes “sufre de distintas situaciones de inseguridad. Nunca han sido propiciadas por las personas que están ahí. Se desborda a la lucha ambiental. El campamento busca que se respete la principal estructura ecológica de Bogotá”.

La decisión de acampar “fue una medida desesperada”, aseguró la abogada de la Fundación Colectivo Somos Uno. “En el 2016 se les había dicho que no se quería esa obra. En medio de las obras tampoco escucharon. Es mayor la repercusión ambiental cuando se inyecta cemento y concreto” que por el campamento, dijo Castillo.

Por su parte, Heidy Sánchez, concejal de Bogotá por Colombia Humana, indicó que “rechazo las afirmaciones que viene haciendo la alcaldesa Claudia López”, reiterando a su vez que esta tenía un “compromiso de no endurecer los humedales. El modus operandi por parte de esta administración, en vez de generar un diálogo, es por medio de la violencia. La comunidad decide instalar este campamento como un ejercicio de movilización para impedir que las obras sigan avanzando”.

Es falso que Claudia López no puede hacer nada. La Secretaría de Ambiente, bajo su mando, puede suspender y revertir esas obras por daño ambiental. Es claro que hay un incumplimiento al pacto suscrito por la alcaldesa. El papel que cumplen los humedales en materia ambiental en la ciudad de Bogotá, como prevenir inundaciones y absorber dióxido de carbono, se verá deteriorado con estas intervenciones”, sentenció.

En respuesta a estas inquietudes, Cristina Arango, gerente de la empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá, expresó que “"la alcaldesa no ha incumplido el pacto en el sentido que las nuevas obras se hacen con los delineamientos ambientales de la nueva administración”. En estos momentos “se realiza una evaluación de los daños” para verificar cuándo se pueden retomar las obras. “Es importante recordar que estas obras vienen desde 2018 y hay pocas acciones jurídicas con contratos firmados”.

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Dicha ocupación “se dio por nueve meses”, manifestó Arango. “Se realizaron múltiples reuniones buscando consensos”, pero estas “no dieron fruto. Se han presentado diversas situaciones de inseguridad”, así como otras “que atentan contra el propio humedal”, como fogatas y talas de árboles”.

En cuanto al endurecimiento, “con las obras iniciales era de 1.8%. Con las mejoras que hemos realizado, pasamos a un indicador de 1.7%”, dijo. “Todo lo que hemos hecho para minimizar el endurecimiento, lo hemos hecho. En cuando a la arbolada, esos 100 árboles no se van a talar; unos deben retirarse y colocar en otro lugar”.

Después del desalojo de un grupo de manifestantes que había instalado un campamento en el humedal Tibabuyes, ubicado en el noroccidente de Bogotá, quedan muchas inquietudes frente al futuro del ecosistema y las obras que allí se encuentran suspendidas. Ambientalistas y defensores del humedal advierten que está bajo amenaza el ecosistema e insisten en que las obras no se pueden realizar por diferentes razones, entre otras, por riesgo de inundaciones. Por su parte, el acueducto de Bogotá señala que en el sitio había inseguridad y que era necesario protegerlo.