Mintransporte se pronunció sobre crisis de Transmilenio y el dinero que necesita

En entrevista con W Radio, la ministra de Transporte, Ángela María Orozco, se refirió a la compleja situación que actualmente afrontan diferentes sistemas masivos de transporte público en diferentes ciudades del país.

Al respecto, la funcionaria pública explicó que en gran parte las crisis que se afrontan se debe a la llegada de la pandemia del COVID–19, pero que esta no ha sido la única razón para que, por ejemplo, se hable del desfinanciamiento de Transmilenio en Bogotá. 

En sus declaraciones, la ministra Orozco dijo: “Durante el COVID, los Sistemas de Transporte Masivo en Colombia obviamente han sufrido un déficit operacional muy importante. En principio, estuvieron con una restricción en la que no podían operar sino al 35% (...) la norma constataba que podían mantener un metro de distancia entre pasajeros y cuando uno lo aplicaba en los siete sistemas de transporte masivo que existen (en el país), pues más o menos en promedio daba un 35% de ocupación”.

Como resultado de lo anterior, Orozco aseguró que el impacto en el déficit de operaciones de cada uno de los sistemas fue muy grande, lo que llevó a que varios de ellos estén presentando problemas.

En el caso puntual de Transmilenio, cabe recordar que la gerencia del sistema aseguró que, de no encontrar millonarios recursos, podría dejar de operar entre agosto o septiembre. Esto, a su vez, generó críticas en diferentes sectores al considerar que, cuando hay ganancias, estas quedan para los privados, pero que cuando hay pérdidas se comparten con todos los ciudadanos.

Ante esto, la titular de la cartera de Transporte aseguró que esa no es la situación: “Los operadores (inclusive el ente gestor es también operador), funcionan con los buses que ellos compraron, no son fundación. Muchos han entrado en Ley de Estructuración precisamente por problemas históricos estructurales de los sistemas, porque cuando se diseñaron hace más de 20 años, empezaron de alguna manera a cofinanciarse. Se diseñaron presumiendo que iban a ser totalmente sostenibles, pero esa no es la realidad (...) en el 2014, se estableció en el Plan Nacional de Desarrollo que los sistemas no eran autosostenibles, como no lo son en ningún país del mundo, eso no es un secreto”.

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Frente a los recursos que necesitaría Transmilenio para poder seguir funcionando en agosto, que superan el billón de pesos, el Ministerio de Transporte aseguró que estos saldrán del gran consenso que hizo el Ministerio de Hacienda con todos los partidos políticos cuando radicó la más reciente Reforma Tributaria el pasado 20 de julio.

Así, expuso que la Nación podrá cofinanciar hasta un 50% de ese déficit operacional, lo que, a su vez, significa que las ciudades deberán entrar a aportar el restante 50%. De este modo, Orozco dejó claro que esta propuesta está en trámite en el Congreso, pero aseguró que esa sería la solución más viable, teniendo en cuenta que es para mantener en pie un servicio público esencial que sirve principalmente a los estratos 1, 2 y 3.

Por otro lado, la cartera de Transporte expresó que a la crisis que se venía registrando desde hace años se agudizó en los diferentes Sistemas de Transporte Masivo debido a los actos vandálicos que se registraron en el marco de las manifestaciones. Así, indicó que esto no se produjo por el monto que quedó por temas de destrucción de infraestructura (muy inferior al déficit operacional, a pesar que significó perder dinero de impuestos para construcciones que se necesitaban y ya se habían alcanzado). En cambio, se debió a que los diferentes sistemas tuvieron que detener sus operaciones y no prestar servicio al público, donde se encontró la verdadera pérdida teniendo en cuenta que aún hay servicios restringidos por trabajos de reconstrucción.

En este punto, la ministra Orozco expresó que el MIO en Cali fue el servicio de transporte que más se vio afectado, teniendo en cuenta que aún un 70% de su infraestructura se encuentra fuera de operación.

En cuanto a los tiempos de cumplimiento del Metro de Bogotá, la cartera de Transporte aceptó que se registró un retraso de cuatro meses por la llegada del COVID–19 y la realización del Paro Nacional, Sin embargo, el plazo del contrato en general y de forma integral se va a cumplir, por lo que la construcción inicial que se esperaba para junio se va a empezar sin duda en agosto.