Es deprimente que la vida valiera un permiso: víctimas a militares imputados
Madres de jóvenes que fueron convertidos en falsos positivos hicieron un llamado a los soldados a "tener el coraje de reconocer responsabilidad".
Luego de que la Sala de Reconocimiento de la Jurisdicción Especial de Paz (JEP) imputara a diez militares (entre ellos el general (r) Paulino Coronado) por la perpetración de ejecuciones extrajudiciales en el Catatumbo en Norte de Santander (2007 a 2008), varias madres de víctimas como los jóvenes de Soacha señalaron que reciben esa determinación con "gran satisfacción".
"Es bastante importante para nosotros este trabajo minucioso que ha venido realizando la JEP al documentar que sí fueron hechos reales, que sí hubo una práctica sistemática, que sí había presión al interior del Ejército para dar estos resultados", manifestó Jackeline Castillo, representante de las madres de Soacha.
En relación con los detalles descritos por los magistrados sobre los incentivos que tuvieron los militares para llevar a cabo esos crímenes (desde vacaciones hasta medallas) señalaron que es indignante.
"De verdad que es triste que se hayan prestado para hacer todos estos actos tan macabros por recibir unos días de vacaciones, por una miserable hamburguesa que puede costar $25.000. Demasiado deprimente que la vida tenga ese valor para ellos", señaló Castillo.
Sobre la aceptación de la presunta responsabilidad imputada por la JEP por parte de los imputados, las víctimas le hicieron un llamado a aquellos que hayan tenido incidencia en esos delitos y fueron vinculados, a que admitan su participación.
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"Que se amarren esos pantalones militares y admitan, que es lo que las víctimas de Colombia estamos esperando, no solamente las madres de Soacha sino de todo Colombia, ojalá entren en consideración", manifestó Blanca Monroy, madre de uno de los jóvenes asesinados por el Ejército en Norte de Santander.