En Colombia no hay ningún riesgo de desabastecimiento de energía: Minminas

En entrevista con Julio Sánchez Cristo para W Radio, el ministro de Minas y Energía, Diego Mesa, se refirió a la actual y verdadera situación que hay en el proyecto de Hidroituango, asegurando que, en temas de generación energética, el país cuenta con un amplio respaldo. Así mismo, por el lado del contrato que hay entre Empresas Públicas de Medellín (EPM) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), optó por ser prudente y expresar que este es un negocio entre privados.

Inicialmente, el ministro Mesa explicó que desde el Gobierno no se tiene conocimiento de los términos contractuales que hay entre EPM y el BID, sin desconocer que hay un préstamo entre privados que no tiene relación con el Ministerio de Minas ni con el Gobierno Nacional.

Seguido a esto, el titular de la cartera mineroenergética fue enfático al manifestar que el proyecto Hidroituango tiene en firme unos compromisos energéticos, los cuales tienen fechas estipuladas de cumplimiento.

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“(Los compromisos) se dan a través de la Subasta por el Cargo de Confiabilidad y esta tiene unos tiempos y plazos que tienen todas las empresas que reciben esa remuneración de obligaciones de energía en firme tienen que cumplir. En el caso del proyecto de Ituango, ha recibido cargos por confiabilidad por lo menos en tres subastas diferentes: la primera fue en el año 2008, la segunda en el año 2012 y la tercera en el 2019. La más grande de estas fue la que se le adjudicó en el año 2012”.

Por lo anterior, se explicó que Hidroituango tiene que estar entregando energía en firme para el Cargo por Confiabilidad antes del 30 de noviembre del 2022. De allí que, en caso de no cumplir, se dará el espacio a que se ejecuten unas garantías que existen dentro del proceso que harían que el proyecto no recibiera recursos que se entregarán por el cumplimiento de su obligación. 

Sin embargo, el Ministerio de Minas y Energía manifestó que, según lo reportado por EPM, todo marcha de forma correcta para que en junio del próximo año entre a funcionar una primera turbina. A su vez, se espera que para octubre y noviembre una segunda turbina entre a labores, permitiéndole cumplir así con sus obligaciones energéticas en el país.

Frente a la posibilidad que se abrió de generar un cambio de contratista dentro del proyecto y con el que se considera se generaría un impacto negativo que podría traer retrasos en la ejecución del mismo, el ministro Mesa expresó que, aunque no tiene claro cómo se daría ese proceso (el cual dependerá exclusivamente de la compañía a cargo), considera que “claramente habría una preocupación en que se tengan que cambiar los equipos y llevar gente nueva. Ahí hay un riesgo significativo de retrasos adicionales, creo que es evidente para cualquier obra del tamaño que es el proyecto eléctrico de Hidroituango”.

Durante la entrevista, Mesa también abordó algunos pronunciamientos sobre posibles escenarios de racionamiento o desabastecimiento de energía en Colombia, que se han trazado frente a la posibilidad de que no entre en funcionamiento la turbina el próximo año. Allí, Mesa manifestó su sorpresa con ese tipo de comentarios, asegurando que, por el momento, no hay ninguna alerta que pueda generar este tipo de análisis puesto que el país tendría energía garantizada hasta finales de 2023. Esto, sin necesidad de que Hidroituango entre a operar. 

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En sus argumentos, el ministro de Minas y Energía dijo: “En este momento tenemos los embalses a tope, en un nivel del 85% que para esta época del año es el más alto de los últimos 30 años, aproximadamente. Hoy los riesgos que hay en el país son justamente por una temporada extendida de lluvia, con lo que trae la ola invernal a las diferentes regiones de Colombia (...) no hay ninguna alarma de posible desabastecimiento, ni este año ni el próximo”.

En cuanto al sistema energético del país, el ministro Mesa recordó que, desde que entró al Gobierno, ha venido atendiendo la contingencia de Hidroituango y que tan pronto ocurrió esa situación, desde la cartera mineroenergética se decidió en el 2019 que se debía hacer una Subasta por el Cargo de Confiabilidad. Esto, previendo que hubiese posibles retrasos adicionales por el proyecto, teniendo en cuenta que para ese momento era casi imposible saber cómo iba a salir de su contingencia.

Por ende, lo logrado en dicha subasta se generó como si Hidroituango no fuera a entrar en funcionamiento, lo que a su vez sería una garantía para el país en caso hipotético de que el proyecto no logre poner en funcionamiento las turbinas que tiene en planes para 2022.

Finalmente, en su intervención, el Ministerio de Minas y Energía reiteró que Colombia no tiene ningún riesgo de desabastecimiento para lo que queda del año, ni para el 2022, ni para el 2023. Añadió así que, en caso dado de que se llegara a presentar algún problema con la entrada en funcionamiento de Hidroituango, lo que se procedería a hacer es una nueva subasta para garantizar la energía en 2024 y 2025.