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Camila Basto, capitana de Airbus 320 en Avianca, es #UnaMujerW

Camila es una de las 66 mujeres de los 1600 politos que tiene Avianca, y fue escogida para traer al papa Francisco en uno de los aviones de la compañía

Camila tiene 27 años y ya es piloto, no copiloto. Hace nueve años empezó a volar profesionalmente hace dos fue escogida entre más de 200 personas para hacer parte de la tripulación del Boeing 787 que transportó al papa Francisco en su visita a Colombia:

“El vuelo fue en septiembre de 2017 y creo que ha sido la experiencia más bonita de mi carrera, no sólo por lo que implicaba la preparación del vuelo y llevarlo a cabo, sino porque en mi familia somos todos católicos y significaba tanto para ellos como para mí muchas cosas bonitas. Había muchas áreas involucradas en esta decisión, porque era obvio que tenía que salir perfecto, era el vuelo más importante para la compañía en ese momento”.

Camila tuvo dos padrinos que, a pesar de la baja probabilidad de éxito para una mujer en el campo de la aviación, la convencieron de volar por sus sueños:

“Para que se hagan una idea, en Avianca somos 66 mujeres en un grupo de 1300 pilotos. Fue una decisión realmente compleja, hubo dos personas que me ayudaron, que me guiaron en todo el proceso que son el suegro de mi papá y mi mejor amigo del colegio, ambos pilotos, ellos me enseñaron todo del medio, de la profesión y yo sabía qué era lo que quería, tenía muy clara mi meta, y en realidad creo que la parte más difícil fue convencer a mi papá que no estaba muy seguro por el tema de hacer una inversión tan alta y en ese momento tener tan pocas posibilidades en el medio”.

Para Camila no es un tema de hombres o mujeres, es un tema de pilotos:

“Tenemos el mismo entrenamiento, las mismas capacidades y lo que más me gusta y creo que siempre lo digo cuando hablo en público o cuando hablo a las personas que me lo preguntan es que Avianca todos los días se está encargando de incrementar la participación de las mujeres en esta industria, de que tengamos mejores oportunidades de escalar en cargos que históricamente han sido de fuerza laboral masculina, fomentan el cambio de paradigma organizacional y para mí esto ha sido algo muy bonito. Yo recuerdo cuando entre a volar en Avianca hace ocho años que éramos aproximadamente 20 o 30 mujeres, hoy somos 66 entre 1300, entonces ahí vamos”.

A Camila no le preocupan los accidentes, para eso ha tenido miles de horas de entrenamiento. Su verdadera preocupación son otro tipo de situaciones:

“En Avianca el entrenamiento es muy riguroso, prima la seguridad, los pilotos cumplimos con dos tipos de entrenamientos en simuladores al año, entrenamientos también de teoría, son muy estrictos y estamos entrenados y en estos simuladores y  en estas clases nos entrenan para hacerle frente a las situaciones más difíciles que pueden presentarse, como piloto siempre debemos estar actualizados, es una profesión que requiere en realidad estudio constante y mucha entrega, creo que lo más difícil en realidad en mi carrera ha sido manejar situaciones para la que para las que no estás preparado, me refiero una emergencia médica, situaciones con pasajeros que están descontrolados o que de pronto tienen una mala actitud, eso ha sido lo más difícil”.

 

Camila se da el lujo de hacer lo que siempre soñó:

“Creo que todos como pilotos estudiamos para algún día para estar en la silla izquierda, yo pude cumplir esa meta y ese sueño en febrero de 2019, ha sido la mejor experiencia de mi vida, he aprendido muchísimas cosas como persona y como profesional he crecido. Todos los días seguiré aprendiendo y creo que tengo que dar gracias por tantas cosas bonitas que me han pasado en esta compañía y a lo largo de mi carrera y de mis vuelos. Por ahora estoy viviendo ese sueño de ser capitán porque aún está muy reciente, aún estoy aprendiendo y creo que en un futuro me veo como capitán volando alguno de los aviones grandes de Avianca, estoy feliz aquí y creo que se vienen cosas muy positivas”.

Camila Basto, capitana de Airbus 320 en Avianca, es #UnaMujerW