Sanclemente se defiende: bajo ninguna circunstancia he recibido dinero de actividad ilegal

Fernando Sanclemente, exembajador de Colombia en Uruguay, comentó en Sigue La W que las afirmaciones realizadas en W Fin de Semana por Víctor Muñoz, abogado de Laureano Martínez, “son pura infamia”, debido a que “no tienen cómo demostrar absolutamente nada”.

“Todas las interceptaciones telefónicas dan fe de todo lo contrario”, aseveró Sanclemente mientras explicaba que esos audios “ya están en manos de la Fiscalía” para “esclarecer cuál ha sido mi proceder”. Por ende, “no hay ninguna posibilidad, ni un chat, ni un video que permita inferir que Fernando Sanclemente o su familia tenían conocimiento de esa actividad”.

“Quiero precisar que son tan torpes los mayordomos, con auspicio de su abogado, que pretenden insinuar que yo hablaba en clave haciendo uso del término ‘papas’”, dijo. Además, resaltó que “históricamente en esta finca hemos desarrollado actividades agrícolas”.

Por otra parte, el exembajador comentó que Laureano Martínez, mayordomo de la finca, acompañó a la familia en actividad ganadera en los últimos tres años. “La razón por la que lo contratamos es porque es una persona muy capacitada”, pero  “nunca pude evidenciar una actitud indebida”. Fue Laureano quien “se tuerce, y autoriza y propicia estos laboratorios. A veces los medios de comunicación les creen más a los bandidos que a la gente de bien. He sido sometido a un mal trato mediático”.

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En respuesta a las acusaciones de su involucramiento, se defendió diciendo que “la finca tiene una extensión superior a las 175 hectáreas y la zona del laboratorio tiene difícil visibilidad y acceso”. Lo que encontraron las autoridades fueron “siete toneladas de insumos para el procesamiento de drogas”, en los que “no hay kilos de base de coca”, y la droga “producida y decomisada suma 252 gramos”.

“Eran más de 800 metros”, manifestó, añadiendo que “no hay queja de vecino alguno por actividad sospechosa u olores”. “La finca no estuvo nunca al garete”.

Según Sanclemente, el contrato de arrendamiento es de agosto de 2017. Entre esa fecha y febrero de 2020, cuando se conocieron los hechos, “acudí todos los fines de semana a mi finca antes de asumir mi función como Embajador” el 22 de marzo de 2019, fecha desde la cual visitó a su finca en dos oportunidades. “Por supuesto que visitaba los cultivos, que están a la luz de cualquier visitante. Durante mis visitas velaba por el cuidado de mi finca”; sin embargo, enfatizó que “en el período que señalan los mayordomos, nunca visité mi finca”.

“Ningún empleador advirtió estas actividades. Cualquier persona que nos hubiese alterado, nosotros hubiésemos advertido a las autoridades”, dijo.

“Rechazo categóricamente las afirmaciones sobre que recibí dinero en efectivo. Estoy completamente dolido. Llevo un año en esta viacrucis. No he recibido dinero alguno de ninguna actividad irregular. No tenemos conocimientos que existía el laboratorio”, aseveró.

Sanclemente aclaró que “no hubo contrato de arrendamiento por ese pedacito, nunca hubo un pago. Invadieron la finca con total desconocimiento nuestro a manos de los mayordomos”.

Además, comentó que “gracias a una actitud de colaboración con la Fiscalía por parte de la familia Sanclemente se pudo recolectar pruebas el año pasado, como celulares y discos duros”.

Cabe destacar que un principio de oportunidad es una negociación que lleva una persona imputada con la Fiscalía. El implicado se compromete a entregar toda la información que permita esclarecer quiénes más estaban vinculados en los hechos delictivos. La Fiscalía pide toda la información a cambio de que se frene las investigaciones penales.