¿Cuáles deben las competencias de los profesionales ante las tendencias empresariales?
Luis Fernando Ulloa, asesor en Responsabilidad Social Empresarial explica la articulación de la estrategia con los programas de RSE que deben tener las organizaciones actuales.
Frente al nuevo modelo de vida, los negocios y emprendimientos se consolidan con una visión integral entre lo económico, lo social y lo ambiental; con una estructura de gobierno sólida que proyecte su gestión transparente y la contribución a la sociedad. Esta realidad lleva a que, desde lo académico, lo gubernamental y las empresas privadas revisen las competencias de los colaboradores frente a lo que demanda el mercado actual.
“Grandes avances se han tenido en la Región Caribe en empresas de diferentes sectores; en donde su visión estratégica articula el negocio con las acciones socialmente responsables. Para otras, con un nivel de evolución superior, la responsabilidad social empresarial hace parte de la estrategia; en este sentido, encontramos que sus planes incluyen su contribución a los Objetivos de Desarrollo Sostenible – ODS, con metas, indicadores y seguimiento al cumplimiento de las mismas. A manera de referencia, en el reciente Congreso del Pacto Global se evidencia que las empresas lideres tienen metas definidas al 2025 y 2030 relacionadas con su contribución a los ODS; así como, el compromiso de las personas a contribuir con el medio ambiente y con la sociedad”, expresó Luis Fernando Ulloa, asesor en Responsabilidad Social Empresarial.
Además, este experto en el tema de RSE añadió: “a nivel de Colombia y alineados con los ODS y el Pacto Global, desde el año 2018 las empresas tienen la potestad de registrarse como empresas de Beneficio e Interés Colectivo – BIC; particularmente la Región Caribe proyecta su liderazgo con una participación del 27,86% del total nacional, según información del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo – MINCIT a octubre 9 de 2020”
Debido a la pandemia, las empresas fueron solidarias de diferente manera, haciendo aportes en dinero o especies, brindando soluciones a sus grupos de interés relacionados con el core del negocio, participando de manera activa en brigadas de prevención o de atención a la población afectada, manteniendo los puestos de trabajo, desarrollando nuevos productos y servicios. Por esta razón, las empresas o instituciones deberían evaluar cuáles de estas acciones generaron recordación, vínculos, fidelización o posicionamiento de marca.
Otro elemento a tener en cuenta respecto a este tema es la estrategia empresarial, considerando los cambios en el mercado con ocasión al nuevo modelo de vida. Lo anterior conlleva a analizar en tiempo real las tendencias del momento, a fortalecer una cultura que promueva procesos de innovación disruptiva y desarrollo de nuevos productos y servicios.
Por ende, el nuevo modelo aceleró el uso de la tecnología; produce una megadata útil para el negocio; interioriza la inteligencia artificial en los diferentes grupos generacionales; los productos, servicios y canales digitales se aplican y usan de manera sencilla.
Además, cabe mencionar que, la Responsabilidad Social Empresarial no es exclusiva de empresas grandes, pues las pequeñas y medianas empresas proyectan su liderazgo con acciones que benefician a un grupo social, que contribuyen a proteger el ambiente, que tienen prácticas justas y transparentes de gobierno. Este tipo de empresas son las que atraen inversión y talento, son confiables y son con las que los grupos de interés, nacionales e internacionales, proyectan realizar alianzas.
Hoy en día las empresa o instituciones de cualquier índole deben tener claridad de las capacidades de sus colaboradores frente a las competencias que está demandando el mercado; de la necesidad de proyectar el negocio en un justo equilibrio entre lo económico, lo ambiental y lo social. Asimismo, las áreas administrativas, financieras, de mercadeo, y de relaciones con la comunidad juegan un papel fundamental en el posicionamiento de las empresas
Por esta razón, la Universidad del Norte cuenta con una oferta académica de la más alta calidad en la Escuela de Negocios que cubren estas necesidades, como el MBA, la Maestría en Finanzas, la Maestría en Mercadeo y la Maestría de Negocios Internacionales, brindado una oportunidad óptima para contar con colaboradores que contribuyan al crecimiento de las empresas y evidencien los cambios que trae consigo el nuevo mercado laboral, contribuyendo de esta manera a un futuro sostenible.