Aventurémonos en familia: la vacuna emocional para nuestros hogares
Aventurémonos en familia
Las emociones son inherentes al ser humano. Nadie está exento de vivir situaciones de estrés, ansiedad, miedo, rabia, alegría o tristeza. Sin embargo, la forma en la que cada individuo las afronta está determinada, en gran medida, por las habilidades y capacidades emocionales que cada uno tenga para reconocerlas, regularlas y expresarlas de manera adecuada.
En los últimos meses, la COVID-19 no solo ha tenido repercusiones en la salud y en la economía del país. Las medidas de aislamiento preventivo y las nuevas prácticas de relacionamiento también han impactado el bienestar y la salud emocional de las familias. Una evidente interferencia en el desarrollo de los niños y niñas.
Informes del Observatorio Colombiano de las Mujeres muestran un incremento del 175% en los reportes de violencia intrafamiliar durante los primeros meses del aislamiento. De acuerdo con datos del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, ICBF, a octubre de este año 19.548 niños, niñas y adolescentes han ingresado a procesos de restablecimiento de derechos por trabajo infantil, violencia física, psicológica o sexual, omisión o negligencia, siendo Bogotá, Valle del Cauca, Antioquía, Atlántico y César los territorios con más casos.
Este panorama y el llamado que, recientemente, hizo la Procuraduría General de la Nación a los gobernantes para tomar medidas urgentes y hacerle frente a las altas cifras de maltrato infantil, pone en evidencia la necesidad que tienen las familias de contar con herramientas idóneas que les permitan sobrellevar de mejor manera los conflictos, las situaciones amenazantes y las dificultades a las que se ven enfrentadas, favoreciendo así un entorno protector que potencialice el desarrollo y bienestar de los niños, niñas y adolescentes.
Con el propósito de atender y acompañar a las familias en esta coyuntura, el Programa Pisotón de la Universidad del Norte articuló el programa “Aventurémonos en familia” para el reconocimiento, la regulación y la recuperación emocional de las niñas, niños, jóvenes y sus familias. De igual forma, promover una crianza amorosa y prevenir cualquier tipo de violencia en los hogares.
A través de audiocuentos, canciones, juegos, dibujos y videos las familias aprenden sobre las emociones, el vínculo afectivo, la autoestima, la resiliencia, la reconciliación, la tendencia a la repetición, la prevención del maltrato y del abuso, entre otros.
Un pacto con la Consejería Presidencial para la Niñez y la Adolescencia, la Gobernación de Sucre, las fundaciones Santo Domingo, Procaps, Finsocial, Promigas, Entretejiendo, Megamas y Triomar, permitirá que 1600 familias de los departamentos de Sucre, Córdoba y Atlántico participen en el programa. Aventurémonos en familia ha sido una vacuna emocional de cuidado, amor y compresión para promover entre padres e hijos el diálogo, la escucha, el buen trato y la unión familiar al interior de los hogares.
Beneficios del programa
El primer grupo de 100 familias beneficiadas vive en La Unión, Sucre. Tanto padres, niños, niñas y adolescentes han participado activamente en los diferentes encuentros virtuales del programa, con el acompañamiento y guía de un psicólogo especialista.
Kenia Huertas de 30 años, ama de casa y mamá de una niña de 2 años es una de las participantes. “Yo quería que mi bebé entendiera como si fuera una persona adulta, la regañaba mucho y no me daba cuenta de que, al ser apenas una niña, hay que manejarla diferente y hablarle con calma para que entienda mejor”.
Para Juan de Dios Arriera y Daniela Viloria, padres de otra familia participante, esta aventura ha sido una oportunidad para fortalecer los lazos familiares y seguir educando a sus hijas con valores. “Esta experiencia es importante para la comunicación de las familias, la comprensión del comportamiento de los niños, tener nuevos conocimientos para promover la unión y relacionarse mejor con los hijos”.
“Encontré familias que necesitaban orientaciones asociadas a pautas de crianza, mujeres que necesitan ser escuchadas porque no tiene con quien hablar, ni los espacios para aclarar dudas, madres que no entendían qué manejo dar a ciertas situaciones con los hijos; entonces, el programa se convirtió en un espacio para sanar heridas, reflexionar sobre su rol como padres y encontrar nuevas formas para relacionarse”, puntualizó Luz Caroll González, una de las psicólogas que acompaña el proceso.
En este sentido, Ana Rita Russo, directora del Programa Pisotón enfatiza en la necesidad de acompañamiento que tienen los padres y familia y que ante esta coyuntura se ha hecho más evidente. “Con este programa queremos entrar a los hogares colombianos para apoyarlos en temas de crianza y fortalecer ambientes protectores para los niños y niñas, asimismo, que los padres se reconcilien con su historia para que repitan aquello que recuerdan con amor y eviten aquello que recuerden con dolor”.
“Estemos unidos por las familias para hacerlas grandes, darles herramientas y transformar realidades para que tengamos una niñez feliz y protegida”, expresó Carolina Salgado, Consejera Presidencial de la Niñez y la Adolescencia, durante la presentación del programa Aventurémonos en Familia.
Más organizaciones y entidades puedan ser parte de esta aventura, para que de manera conjunta sean más lo que aporten al fortalecimiento de las habilidades emocionales de las familias y al bienestar de los niños, niñas y adolescentes.