Homófobo y de ideas religiosas fuertes: las polémicas de Mike Pence

El vicepresidente de la nación más poderosa del mundo y candidato a repetir el cargo, Mike Pence, no ha estado exento de señalamientos durante sus años en la vida pública como gobernador de Indiana y congresista. Aquí un recuento del segundo al mando de Estados Unidos.

Pence es el hombre que trabaja con Donald Trump a sol y sombra, aunque toma distancia de los escándalos que recaen sobre el mandatario. Este hombre de 61 años lleva sobre su espalda un historial de rechazo a la comunidad LGBTI y a cualquiera que no siga su línea conservadora.

Si bien pareciera mantener un bajo perfil, Pence se ha destacado por su oposición al aborto y por considerar que la homosexualidad es una enfermedad que se puede curar. De hecho, cuando fue gobernador de Indiana entre 2013 y 2017 promulgó una ley para que las personas se abstuvieran de atender a una persona homosexual alegando su libertad religiosa. Por supuesto, está en contra del matrimonio igualitario.

En ese mismo sentido, para él, el mejor método de planificación es la abstinencia y cree que los condones no funcionan. Precisamente, cuando estuvo al mando de su Estado, Indiana, cerró el único centro que había de planificación familiar, allí se realizaban pruebas de VIH y se informaba cómo evitar el contagio.

No considera que alguien tenga derecho a ganar lo mismo que otra persona, durante su estancia en el Congreso votó en contra del aumento al salario mínimo.

El vicepresidente cree en el cambio climático, contrario a su jefe Trump, pero cree que fumar no es dañino para la salud.

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Es el hombre que está detrás de la presión y las sanciones que se le hacen a Nicolás Maduro para que salga del poder en Venezuela.

Mike Pence es un hombre activo en la política estadounidense. Se le ve viajando a distintas partes de su nación y trabajando de la mano de los republicanos en los planes del gobierno. Con ideas religiosas muy fuertes, es el que coordina las acciones de Estados Unidos frente al coronavirus. Muchos resaltan su avance por conseguir equipos para centros médicos y hacerle frente a la pandemia, pero otros lo critican porque el país es el que registra más contagios en el mundo.

Aunque se considera que piensa igual que el presidente, la verdad es que choca en varios temas como los económicos, pues Pence aprobó y apoya los tratados de libre comercio de su país con otras naciones, mientras que Trump se opone rotundamente a ellos al considerarlos como dañinos para la nación.

Quizá uno de los escándalos que lo rodeó, pero no estuvo involucrado, fue cuando realizó una visita a Panamá en agosto de 2017. Allí militares, a cargo de su equipo, ingresaron al hotel, donde se hospedaban, a varias mujeres, quienes al parecer eran prostitutas. En su momento se investigó, se retiraron a los militares y se ofrecieron disculpas por el incidente.

Para expertos, Mike Pence encarna lo contrario de Trump: devoto, trabajador y discreto, por lo que cuando puede se define a sí mismo como “cristiano, conservador y republicano, en ese orden”.