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Cafeteros argumentaron porqué no podrían implementar la factura electrónica

La Dian dio plazo a los caficultores para implementar la facturación electrónica hasta el próximo 1 de noviembre.

Cafeteros se niegan a la factura electrónica. Foto: Colprensa

La Federación Nacional de Cafeteros, por medio de su Comité Directivo, hizo un llamado urgente a las autoridades nacionales a revaluar la implementación de la facturación electrónica por parte de los caficultores, dados los múltiples desafíos que aún enfrenta la Colombia rural.

En su argumentación, los cafeteros expusieron que en el campo persisten graves limitaciones de conectividad que ya se han advertido de tiempo atrás y que la actual pandemia hizo aún más evidentes, añadiendo que el teletrabajo, las reuniones virtuales o la telemedicina son apenas un sueño en amplias zonas rurales del país.

Por otro lado, la FNC expresó que el incentivo rural para los mayores de 70 años en el campo, consagrado en el Decreto 486 de marzo de 2020, ni siquiera ha podido reglamentarse y por tanto no se sabe aún a quién y cómo llegará. Y que, aunque se ha avanzado en portabilidad de la afiliación al régimen subsidiado de salud, bancarización y educación, aún falta un largo trecho para que el Estado de bienestar llegue a la ruralidad.

También, la Federación expuso que una finca no es un establecimiento comercial, como erróneamente se asume y que el Código de Comercio, en su artículo 23, establece que la caficultura no es una actividad mercantil y por ende, quienes la realizan no son comerciantes, allí la FNC citó lo que dice la norma: “Las enajenaciones que hagan directamente los agricultores o ganaderos de los frutos de sus cosechas o ganados, en su estado natural. Tampoco serán mercantiles las actividades de transformación de tales frutos que efectúen los agricultores o ganaderos, siempre y cuando dicha transformación no constituya por sí misma una empresa”,

Además recordó que el 82% de los caficultores colombianos están en el régimen subsidiado de salud, 50% tienen menos de una hectárea, apenas 1% de los productores tienen más de 10 hectáreas de café, el 15% son adultos mayores, 75% de los hogares cafeteros vive en la zona rural dispersa, añadiendo que la escolaridad es mínima en las regiones cafeteras.

Ante el escenario, la Federación Nacional de Cafeteros, aseguró que por todas estas razones es poco razonable esperar que, por decreto, a partir de determinada fecha los caficultores, por el solo hecho de tener una finca, puedan facturar electrónicamente, expresando de paso que si esta transición ha demostrado ser un gran desafío para las pequeñas y medianas empresas  y habitantes de centros urbanos, lo sería mucho más en el campo.

Finalmente, los cafeteros manifestaron que cuando el internet llegue a las fincas, cuando tener acceso a un celular con datos y buena señal esté garantizado, cuando pagar a un recolector requiera simplemente presionar un botón, ese día la facturación electrónica será más viable para los productores rurales.