Fedearroz denunció que su seccional en Pore (Casanare) fue objeto de atentado

La Federación Nacional de Arroceros rechazó los hechos ocurridos en la madrugada de este martes 6 de octubre contra las instalaciones de su planta de secamiento, almacenamiento y trilla en el municipio de Pore (Casanare). También rechazaron las intimidaciones de las que vienen siendo objeto funcionarios de Fedearroz en varias seccionales del país por parte de actores al margen de la ley, que se han autodenominado como pertenecientes a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc).

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Según el gremio arrocero, estos hechos se presentaron antecedidos por las presiones indebidas y que se dieron a conocer hace algunas semanas contra funcionarios de Fedearroz en el departamento. Así, califican la situación de gravedad extrema y aseguran que constituyen una amenaza, no sólo contra Fedearroz como institución, sino contra todo el sector de la producción de arroz en el país.

Seguido a esto, Fedearroz manifestó que estos hechos ensombrecen el progresivo avance que han tenido los agricultores arroceros en esta región, que es actualmente la primera productora del grano en el país. Añaden así que el atentado a la planta de Pore es un atentado contra la cadena productiva de arroz en su conjunto en Casanare y amenaza el desarrollo económico de esta actividad, de la que se benefician más de 100.000 familias en ese departamento.

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Finalmente, la Federación Nacional de Arroceros hizo un llamado al Gobierno Nacional para que se tomen medidas urgentes que garanticen el normal desarrollo de las actividades del gremio y de todos los demás actores de esta importante cadena productiva, que lo único que hace es contribuir con la generación de ingresos para millones de habitantes de la Colombia rural, quienes son a su vez protagonistas de la soberanía alimentaria de la Nación.

Por su parte, el comandante (e) de la Policía de Casanare, coronel William Quintero, conversó con La W sobre estos hechos y aseguró: "Estamos investigando los motivos, sabemos que han recibido amenazas y presiones para que hablen con ellos (...) acompañamos a los vehículos".