Proyecto educativo con excombatientes recibirá 1.500 millones de pesos
Un proyecto de la Universidad de la Sabana resultó ganador del Spencer Foundation Research-Practice Partnership Grant.
Desde el 2018, la Universidad de la Sabana viene implementando un proyecto educativo en la comunidad del centro poblado Héctor Ramírez, en la vereda Agua Bonita, en Caquetá.
Luego de meses de esfuerzo, ganaron el Spencer Foundation Research-Practice Partnership Grant, que les otorga 1.500 millones de pesos para seguir desarrollando su proyecto educativo con excombatientes.
"Este es un proyecto que busca en colaboración de la comunidad construir un proyecto educativo con un currículo propio pertinente que supla las necesidades educativas y de desarrollo psicosocial de todos los miembros, sobretodo de niños y jóvenes", expresó Lina Trigos, profesora asociada del departamento de psicología del desarrollo y educación de la facultad de Psicología de la Universidad de La Sabana.
Para implementar esta iniciativa, primero se conformó un comité de educación en la comunidad, desde el que se identificaron las necesidades puntuales en términos de desarrollo educativo y psicosocial. "Encontramos que había gran interés por desarrollar un modelo educativo", manifestó Trigos.
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"Empezamos con cuatro programas educativos con cerca de 80 niños que viven actualmente en el centro poblado. Ahora, con la financiación de la Fundación Spencer, tenemos el objetivo de crear la primera escuela con currículo propio pertinente para una población de familas en proceso de reincorporación", señaló la profesora.
Para determinar el impacto del proyecto, Trigos contó que la cantidad de niños y jóvenes que tengan acceso a educación de calidad y pertinente va a ser una primera línea de base, "así como la construcción de capacidades para que sea la misma comunidad la que sea la gestora del proyecto y que en adelante sea un proyecto sostenible", indicó Trigos.
Además, se tendrán en cuenta el estado académico actual de los niños y la formación de las personas que son líderes en el comité de educación de la comunidad.
Con la Fundación Spencer empezarán a trabajar en septiembre y esperan tener un seguimiento durante tres años. "Queremos que sea una iniciativa de largo aliento, estamos convencidos de que el trabajo comunitario requiere de confianza y lazos que permitan hacer un segimiento permanente de los procesos", comentó Trigos.