"'Timochenko' decía que un niño "biche" era mejor para adoctrinar": víctima de las Farc

En el marco del nombramiento de Sandra Ramírez como segunda vicepresidenta del Senado el pasado 20 de julio, que constituyó un hecho sin precedentes en el país, la senadora fue blanco de críticas tras haber negado reclutamientos forzados en la guerrilla de las Farc.

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Cabe recordar que Ramírez fue una de las principales negociadoras del proceso de paz que tuvo esa guerrilla con el Gobierno de Juan Manuel Santos y que llevó a su desmovilización en 2016. Además, fue esposa del máximo jefe de guerrilla de las Farc, Manuel Marulanda Vélez (Tirofijo).

Lorena Murcia, expresidenta de la Corporación Rosa Blanca y líder de la ONG ‘Florecer con Colombia’, relató en La W su historia como víctima de reclutamiento forzado por parte de las Farc a sus 10 años.

“Me llevaron a la fuerza y duré siete años ahí, intentando regresar a mi tierra, a mi casa donde mis papás, pero no fue posible porque el que intentaba volarse era asesinado”, relató.

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Murcia asegura que fue adoctrinada y abusada sexualmente, por lo que tildó de “mentirosos” al presidente de la Farc, Rodrigo Londoño, y a la senadora Sandra Ramírez.

“En la guerrilla de las Farc sí hubo reclutamiento de cientos de niños que fueron arrebatados de sus hogares para llevárselos a una guerra, porque como decía el mismo Londoño: el niño bichesito era mejor de adoctrinar que un maduro a punto de podrir”, señaló.

Incluso aseguró que los excombatientes están incumpliendo los acuerdos y revictimizando.

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En cuanto a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), Murcia dijo que el tribunal “no está haciendo nada” para garantizar que la Farc cuente la verdad sobre los delitos cometidos en el marco del conflicto.

“El panorama no es para nada favorable para las víctimas de reclutamiento forzado o de violencia sexual”, dijo.

Finalmente, la expresidenta de la Corporación Rosa Blanca señaló que los excombatientes que ocupan cargos públicos deberían estar en la cárcel, si se les comprueba que cometieron delitos de lesa humanidad, y perder sus beneficios políticos.