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Anciano que dejó caer a bebé de la ventana de un crucero se declara culpable

El hombre negoció con la Fiscalía para cumplir la condena en libertad condicional.

Los hechos ocurrieron en el muelle Panamericano 2 de San Juan de Puerto Rico. Foto: Getty Images

El estadounidense Salvatore Anello, acusado de homicidio negligente por dejar caer a su nieta de 19 meses, Chloe Wiegand, desde la ventana de un crucero de la naviera Royal Caribbean en julio pasado, se declaró culpable de los cargos en su contra tras negociar con la Fiscalía.

La decisión de Anello, divulgada en medios locales, se produce después de que su defensa presentara una moción ante el Tribunal de Primera Instancia de San Juan en la que se solicitó cambiar su alegación de no culpable a la de culpable, a cambio de que no ingrese a prisión y cumpla la condena en libertad condicional.

El representante legal de la familia de la fallecida, Michael Winkleman, había señalado a medios estadounidenses que Anello cambiaría su declaración a cambio de que la sentencia no incluyera ser encarcelado, por lo que podrá cumplirla, si el juez así lo determina, en su domicilio del estado de Indiana.

Winkleman dijo que se trataba del mejor acuerdo posible, que permitirá que "se pueda cerrar este horrible capítulo".

"La Fiscalía y Anello llegaron a un acuerdo por el cual se compromete a cambiar su alegación de no culpable por una de culpable", lee la moción presentada el pasado lunes y firmada por el abogado José Pérez, quien representa al acusado.

La Fiscalía de San Juan había ofrecido en diciembre un acuerdo a Anello para que se declarara culpable de homicidio negligente y evitar así la cárcel, a lo que accedió finalmente esta semana.

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VERSIONES SOBRE VENTANA DEL CRUCERO

Anello se había declarado inicialmente inocente de homicidio negligente tras ser acusado de ese cargo por sujetar a la menor de 19 meses en la parte exterior de una ventana del crucero, antes de que cayera al vacío y perdiera la vida.

El abuelastro de la pequeña aseguró en su defensa que pensaba que la ventana permanecía cerrada y que el daltonismo que sufre no le permitió distinguir colores y provocó la confusión que llevó al trágico desenlace.

Sin embargo, Royal Caribbean, aportando material grabado, defendió que Anello tenía certeza de que la ventana estaba abierta el día en el que ocurrió el suceso.

El abogado de Anello señaló en una entrevista concedida al diario local El Nuevo Día que la Fiscalía se comprometió a no oponerse a la solicitud del acusado para que el juez valorara una condena menos onerosa.

"Es prácticamente que ellos no se oponen a las solicitudes que nosotros hagamos para que, dentro de las penalidades que conlleva homicidio negligente, reciba la pena menos onerosa o más liviana dentro de ese delito. Incluyendo el análisis que haga el juez sobre probatoria y atenuantes", explicó Pérez.

ACUSADO BUSCA LIBERTAD CONDICIONAL

El proceso se vio favorecido después de que el lunes Anello renunciara además al derecho a un juicio por jurado, por lo que será sustituido por un tribunal, lo que en la práctica supone que la sentencia sea dictada por la jueza a cargo del caso, Gisela Alfonso Fernández.

La defensa, tras la decisión de Anello, presentó la moción para que cambie en una vista su alegación de culpabilidad antes del inicio del juicio previsto pare el próximo 2 de abril.

Pérez dijo que tratará de que el juez desista de una condena a tres años para Anello y considere otra de libertad condicional -probatoria en Puerto Rico- que el abuelo cumpla en Indiana.

La familia de Anello durante el proceso legal demandó a la naviera Royal Caribbean al entender que las medidas de seguridad eran deficientes al tener las ventanas abiertas sin previo aviso.

La muerte de la menor Chloe Wiegand, al presuntamente resbalarse de las manos de su abuelo desde un piso 11 del barco crucero en la capital de Puerto Rico, conmocionó a locales y turistas, además de provocar en un primer momento que las autoridades contemplaran la posibilidad de presentar cargos.

Los hechos ocurrieron en el muelle Panamericano 2 de San Juan (próximo a la zona histórica de la capital) donde se encontraba atracado el crucero "Freedom of the Seas", de la compañía Royal Caribbean.

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