Septiembre, el mes del amor y la amistad llegó a su ecuador, y en algunos entornos como colegios, universidades y oficinas, es la fecha para realizar una actividad, que aunque para muchos resulta tradicional y un escenario propicio para la integración, para otros termina siendo una idea no muy grata: el popular juego del amigo secreto. Aunque la práctica se reduce a un sorteo anónimo del destinatario de un obsequio, (acompañado por pistas o "endulzadas"), a través de papelitos y una bolsa, en la actualidad, el sorteo también ha migrado a las plataformas web y las aplicaciones, que brindan la posibilidad de realizar el sorteo, garantizando que ninguno de los participantes "se saque a si mismo"; obligando a repetir el sorteo, y que además brindan la posibilidad a los participantes de sugerir qué tipo de regalos podrían estar en sus favoritos. Incluso, permite realizar el sorteo sin la necesidad de que todos los jugadores estén presentes. De igual modo, en algunos entornos, la práctica ha mutado en diversas variaciones, que la han hecho aún más específica en la tempatica o estilo de regalo que se espera recibir o entregar; casos como el amigo alcoholico, o el amigo goloso. O incluso hay quienes deciden trasladar la fecha del evento y lo han convertido en "Santa Secreto", para ser jugado durante la época navideña . Sin embargo en los distintos escenarios, siempre existirán personas que no se sienten cómodas con la actividad y se resisten a ello, e incluso hay quienes por el temor a incomodar o "desentonar" en su entorno social, aceptan participar, sumandose al clamor que generalmente prima en el momento del sorteo: "Que no me salga el jefe (el profesor en el caso de los estudiantes), o que no me salga la persona que me cae mal". En la W le preguntamos, ¿usted qué tipo de participante del juego del amigo secreto es?