La entidad con la que estarían “desangrando” a la Universidad Distrital
El Idexud habría gastado los recursos de la universidad en joyas, hoteles y varias excentricidades.
Sigue la corrupción en las universidades. La W conoció en exclusiva un documento de la creación de un fondo de la Universidad Distrital que se habría utilizado como fachada de una presunta red criminal dentro de la institución.
Se trata un acuerdo del Consejo Superior de agosto de 2013 donde se crea el Fondo de Extensión de la Universidad Distrital. Esta sería una entidad alterna de la institución que fue estructurada para suscribir contratos, convenios y demás proyectos de hasta 1.600 millones de pesos con otras entidades del orden nacional.
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Revisando detalladamente este documento, nos encontramos con que el director de este nuevo fondo, Wilman Muñoz Prieto, no solo era la cabeza de la entidad sino que, sorpresivamente, era el único ordenador del gasto y el único facultado para suscribir contratos. Como si esto fuera poco, los recursos que se recibían de administración o por anticipado tenían que estar en una cuenta bancaria exclusiva, diferente a la de la universidad y solamente Muñoz podía solicitar la apertura de esas cuentas y manejarlas a su antojo.
Pero eso no es todo. Este medio también conoció que el Banco de Occidente le otorgó a este fondo una tarjeta de crédito asignada a Muñoz y que, según fuentes al interior de la universidad, se habría utilizado con fines personales.
Por ejemplo, durante el año 2018 hubo compras de joyas por valores superiores a los 15 millones de pesos y también se registraron compras en el almacén de pijamas Clonhadas, gastos en pasajes aéreos y pago de estadías en hoteles. La W pudo confirmar que los extractos de esta tarjeta ya están en poder de la Procuraduría General de Nación.
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Han pasado seis años desde la creación de este instituto, en donde se han suscrito millonarios contratos con entidades como el Ministerio del Interior, el Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena), las Gobernaciones de Cundinamarca, Boyacá y Norte de Santander, entre otros.
Vale la pena resaltar que no se conoce un informe de auditoría que haya detectado las posibles conductas ilegales en el manejo de los recursos. ¿Qué han hecho los órganos de control?
Incluso nuestras fuentes confirman que hay dos funcionarios que llevan más de 20 años en la entidad, han hecho parte de este entramado y a quienes, hasta la fecha, no los han podido sacar. El tema sigue vigente y no ha pasado absolutamente nada.