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Discursos de odio y tiroteos en EEUU: la era del "terrorismo blanco"

Desde que Donald Trump asumió el cargo como mandatario, se han perpetrado cuatro de los diez tiroteos más mortales en la historia del país.

El ataque del sábado en El Paso, Texas, fue uno de los más mortales en la historia del país. Foto: Getty Images

Estados Unidos fue el escenario este fin de semana de dos tiroteos que dejaron al menos 31 personas muertas y decenas más heridas, desatando la habitual indignación y luto en el país, además de elevar las preocupaciones ante el surgimiento del “terrorismo blanco”, impulsado por el discurso de odio de supremacistas blancos y según algunos sectores, por el mismo presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

El ataque del sábado en El Paso, Texas, fue uno de los más mortales en la historia del país. Murieron 22 personas y otras tantas resultaron heridas en un tiroteo en un centro comercial.

El sospechoso es Patrick Crusius, de 21 años, un hombre blanco de Allen, Texas, quien fue detenido en el momento del ataque y está siendo investigado después de supuestamente haber publicado un ensayo racista en línea que afirmaba que el ataque fue en respuesta a la “invasión hispana en Texas”. En su texto de odio hizo referencia al “Gran Reemplazo”, una teoría de conspiración supremacista blanca que afirma que las personas de ascendencia europea están siendo reemplazadas demográficamente por no blancos, según informó el periódico británico The Independent.

De acuerdo con los datos recopilados por The Independent, Estados Unidos ha experimentado cuatro de los tiroteos más mortales en la historia del país desde que el presidente Donald Trump asumió el cargo en 2017.

Según el grupo de investigación Gun Violence Archive, en lo corrido del año, Estados Unidos ha presenciado 250 tiroteos, es decir, más de un tiroteo diario teniendo en cuenta que no han transcurrido ni siquiera 220 días de 2019.

Estos son los ataques más mortales que ha vivido Estados Unidos desde que Trump se posesionó como presidente del país:

Las Vegas (2017): Stephen Paddock, un hombre blanco de 54 años, abrió fuego en un concierto desde el piso 32 de un hotel, matando a 58 personas.

Sutherland Springs, Texas (2017): Un tirador blanco, Devin Patrick Kelley, disparó en noviembre contra una pequeña iglesia cobrando 25 vidas y la de un bebé por nacer.

Stoneman Douglas High School (2018): un estudiante blanco llamado Nikolas Cruz, de 19 años, disparó en febrero en la escuela de Parkland, Florida, matando a 17 jóvenes, niños y miembros del personal académico.

El Paso, Texas (2019): El presunto pistolero Patrick Crusius, de 21 años, quien se cree mantenía ideologías de supremacía blanca, mató al menos a 22 personas en un Walmart. Las autoridades lo están investigando después de que publicara un ensayo racista en línea poco antes de la masacre.

La “generación Parkland”

A raíz del aumento de los ataques y la atribución de éstos en parte a los comentarios racistas y antimigración del presidente Trump, desde que empezó su campaña electoral en 2015, cada vez son más los sectores sociales (principalmente jóvenes y minorías raciales) que se han pronunciado en contra de la violencia armada y del mismo Trump, lo que podría jugar en su contra para una posible reelección en el 2020.

Los jóvenes de esta generación están altamente motivados para ir a votar y colocan las leyes sobre la tenencia de armas al tope de sus inquietudes, creyendo firmemente en su capacidad para transformar la política. 

“Tienen mucha energía y han logrado cambiar la conversación”, dijo a la Agencia Anadolu el analista político Max Paul Friedman, académico de la American University de Washington, sobre el segmento más joven del electorado y su elevado nivel de politización.

“Algunos candidatos demócratas han incorporado su mensaje y la pregunta es si el año que viene van a limitarse a movilizar a la gente por las redes o si efectivamente van a participar de la elección con su voto”, indicó el experto. “Si acuden de manera masiva, eso podría modificar el resultado”, agregó Friedman.

Brandon Wolf, sobreviviente de la masacre de Pulse, en Orlando, que dejó 49 muertos en 2016, apuntó en misma dirección: “La dura realidad que la gente tiene que enfrentar es que no habrá cambios en las leyes hasta que no cambiemos a nuestros legisladores”, afirmó.

Discursos de odio y terrorismo blanco

Algo que vale la pena destacar acerca de esta cifra abrumadora de ataques, es que muchos de éstos fueron perpetrados por personas blancas que expresaban temores sobre los matrimonios interraciales y el aumento de la población latina en el país.

Los atacantes se han apoyado en los discursos de odio incluida la teoría del “Gran Reemplazo”, que nació en Francia, pero se ha propagado rápidamente y ha inspirado no solo a grupos europeos de extrema derecha, sino también a supremacistas blancos en Estados Unidos.

Esta teoría sostiene que los pueblos originales de Europa están desapareciendo poco a poco y serán reemplazados por el alto flujo de migrantes que llegan al continente y que tienen una cultura diferente e inferior, además de peligrosa.

El “Gran Reemplazo” está igualmente ligado a la “supremacía blanca”, una creencia racista que tiene sus orígenes en el siglo XVII con el racismo científico y sostiene que la raza blanca es superior a las demás, lo que ha dado paso al “terrorismo blanco”.

Pete Buttigieg, alcalde de South Bend, Indiana, y aspirante Demócrata para la presidencia, utilizó el término “terrorismo blanco” para referirse a los crecientes ataques perpetrados por supremacistas blancos en el país.

“Las vidas perdidas en Charleston, San Diego, Pittsburgh y, seguramente ahora también en El Paso, son las consecuencias del terrorismo nacionalista blanco”, declaró Buttigieg en Fox News.

Minutos antes de la tragedia en El Paso, la página web 8chan publicó el ensayo racista atribuido a Crusius, llamado “La Inconveniente Verdad”, en el que se arremete contra la presunta “invasión hispana de Texas” y la “mezcla de razas” mientras vaticinaban un ataque inminente.

“Simplemente estoy defendiendo a mi país del reemplazo cultural y étnico causado por una invasión”, menciona el ensayo. “Este es solo el inicio de la lucha por Estados Unidos y Europa. Estoy honrado de liderar la lucha para recuperar a mi país de la destrucción”.

Trump, ¿una fuente de odio?

En repetidas ocasiones y con cada ataque de este tipo que se ha presentado en el país, el mandatario estadounidense se pronuncia, condenando los hechos, reiterando que rechaza la violencia y el racismo, pero a su vez, siempre destacándose sus políticas antimigratorias, proponiendo la construcción de un muro fronterizo que separe a Estados Unidos de México, impidiendo así el cruce ilegal de personas que buscan llegar al país mientras huyen de la pobreza y la violencia en sus países de origen. Al igual que pretendiendo endurecer las leyes de asilo y migración al país.

Trump durante su candidatura rumbo a la Casa Blanca en 2016, se refirió a los migrantes mexicanos como violadores y asesinos y avivó la alarma sobre una “invasión” de personas que cruzaron ilegalmente la frontera sur de Estados Unidos.

“El alcalde de Tijuana, México, acaba de declarar que ‘la ciudad está mal preparada para manejar a tantos inmigrantes, el retraso podría durar 6 meses’. Del mismo modo, Estados Unidos está mal preparado para esta invasión y no lo tolerará. Están causando crímenes y grandes problemas en México. ¡Váyanse a casa!”, escribió Trump en Twitter en noviembre pasado a medida que un grupo de migrantes, en gran parte centroamericanos, que huyen de la pobreza y el crimen desenfrenado se dirigían hacia Estados Unidos.

Incluso en junio de este año Trump escribió: “la gente ha estado diciendo durante años que deberíamos hablar con México. El problema es que México es un ‘abusador’ de Estados Unidos, que toma pero nunca da. Ha sido así durante décadas, detienen la invasión de nuestro país por parte de traficantes de drogas, cárteles, traficantes de personas, coyotes e inmigrantes ilegales, lo cual pueden hacer muy fácilmente, o nuestras muchas compañías y trabajos que se les ha permitido tontamente mudarse al sur de la frontera serán llevados nuevamente al sur de la frontera de Estados Unidos a través de los impuestos (aranceles). ¡Estados Unidos ya ha tenido suficiente!”.

“Hipócrita. Se ha dirigido a los hispanoamericanos e inmigrantes, llamándolos invasores”, dijo el congresista de Texas Joaquín Castro. “Usted inspira odio y violencia”, agregó.

Cuando se le preguntó qué podía hacer Trump para mejorar las cosas, el congresista Beto O'Rourke, que se postula para la nominación presidencial Demócrata junto a Castro, respondió la pregunta:

“¿Qué piensan? Saben la mi**** que él ha estado diciendo. Ha estado llamando a los inmigrantes mexicanos violadores y criminales. No sé, como miembros de la prensa, ¿qué demonios?”, dijo O'Rourke, cuya ciudad natal es El Paso. “Conecten los puntos sobre lo que ha estado haciendo en este país”, aseveró el congresista y agregó que, aunque el mandatario dice no tolerar el racismo y la violencia, es precisamente eso lo que incita y promueve en el país con su discurso.