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Piden a entes de control actuar frente a controvertido proyecto de vivienda en Tunja

El gobernador de Boyacá, Carlos Andrés Amaya, calificó de mentiroso y poco serio al contratista encargado de la obra por no cumplir los cronogramas establecidos.

Insiste, debe hacerse una veeduría estrictamente detallada para saber dónde están los recursos. Foto: La W

Don José Soler Rocha, aplicó para un apartamento en la torre cuatro del proyecto San Jerónimo en Tunja, dice que está desesperado, pues todas las semanas pasa a verificar las obras, no ve avances y sus sueños de tener una vivienda propia se desmoronan.  

“No nos sigan perjudicando, no nos sigan generando tanto desespero dentro de nuestra familias. (…) Llevamos años esperando que se cumpla el sueño de tener vivienda propia, pero constantemente nos incumplen. No vemos a una persona que sea responsable con este proceso de ejecución de vivienda”, dice señalando una varillas oxidadas en donde se supone tenía que estar levantada una torre de apartamentos.

El señor Soler Rocha dice que el proyecto estaba abandonado y “el señor Carlos Amaya dijo que iba a construir sobre lo construido, nosotros gracias a ese voto de confianza y credibilidad que él tuvo, aplicamos para este proyecto, pero lo que vemos es que la Gobernación está siendo víctima de mentiras por parte de los contratistas porque les incumplen los cronogramas también”.

La mayoría de los beneficiarios del proyecto San Jerónimo, coinciden que se requiere de los entes de control para tener herramientas con el fin de presionar al contratista Lincoger LTDA “que está entorpeciendo y dilatando el proyecto”.

Don Carlos, también aplicó para un apartamento y dice que: “Ni la Gobernación ni la Unión Temporal nos dan respuesta, entonces que nos acompañen los entes de control por favor”.

Insiste, debe hacerse una veeduría estrictamente detallada para saber dónde están los recursos que los beneficiarios han invertido para tener una casa propia “que está en el aire”.

Por su parte, el gobernador de Boyacá, Carlos Andrés Amaya, reconoce su preocupación, porque el contratista se comprometió con la Gobernación y los beneficiarios de la Torre Uno en el mes de febrero, promesa que fue incumplida.

“Nosotros hemos ayudado en todo lo ha estado a nuestro alcance como Gobernación. Cuando no hay un contratista que no es serio, que dice mentiras, pues es difícil”, dijo Amaya.

Explicó que el pasado 19 de junio se desarrolló una mesa técnica en donde se asumieron unos compromisos por parte del contratista, y le fue informado “que si no cumple con lo que se estableció en el mes de julio pues la decisión será incumplimiento del contrato”.

Amaya insiste que el responsable del proyecto estaba contratado en el Gobierno de Juan Carlos Granados, como el terminal de transporte de Tunja. “Problemas que uno hereda y pues trata de sacar adelante”.

Con respecto al plazo otorgado al contratista, explica Amaya tiene como objetivo permitir que la gente pueda vivir en esos apartamentos.  “Porque en un incumplimiento, pues claramente eso se iría a un pleito legal y la liquidación de la fiducia, es decir eso generaría problemas; no permitiría que en el corto plazo los beneficiarios puedan vivir en ese apartamento”.