Guardaespaldas de Francia Márquez narran su versión del atentado en zona rural del Cauca

Los hechos ocurrieron en zona rural de Santander de Quilichao, mientras se llevaba a cabo una reunión de líderes de la Asociación de Consejos Comunitarios del Norte de Cauca (ACONC). “Un hombre entró y dijo que tenía un inconveniente (...) nos dijo que tranquilos, y entró desasegurando una granada de mano. Mis compañeros reaccionaron valerosamente. Ellos eran 3, nosotros éramos 8”, narró Gerardo.

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Yela explicó que uno de los atacantes se asustó y por eso no pudo lanzar bien la granada. Además, recalcó su agradecimiento a la UNP por su entrenamiento.

Otro de los escoltas que se encontraba en ese momento era Gildardo, a quien se le incrustó una esquirla de granada en la mandíbula. “No me han podido sacar la esquirla (…) Estando en la vereda Lomitas con mi protegida y otros compañeros escoltas a eso de las 5:30 entran dos sujetos con granada en mano y dicen “señores hay un problemita”; nos ponemos a la expectativa, cuando de una vez lanzó una granada, que por cierto, no sé cómo estoy contando esto en este momento”.

Gerardo Yela afirmó que la delincuencia para lo que tiene más tiempo es para hacer inteligencia, “ellos se la pasan mirando por donde les podemos dar un espacio para atacarnos. Esos hombres venían en una moto, y salieron corriendo, se desplazaron, porque nosotros ya no podíamos seguirlos, teníamos que quedarnos con nuestros protegidos”.

Gerardo contó que tuvieron que hacer el proceso de embarcación de los protegidos inmediatamente, y emprender un viaje al lugar más cercano y seguro de Santander de Quilichao. “La posición como escoltas siempre es salvaguardar la vida de las personas que nos colocan. Uno sale de la casa a trabajar más no sabe si vuelve. Aún no sabemos quiénes fueron, creemos que pudo ser delincuencia común”.