El ciclón Idai deja más de un millar de muertos en tres países africanos
El ciclón Idai, que arrasó parte del sureste africano en marzo, deja ya más de un millar muertos en los tres países afectados, Malaui (59), Zimbabue (344) y Mozambique (602).
El Instituto Nacional de Gestión de Desastres (INGC) de Mozambique contabilizó este sábado cuatro nuevas víctimas mortales, que se suman a las 598 ya reportadas en las provincias centrales de Sofala, Manica, Tete y Zambézia, donde los fuertes vientos y lluvias inundaron una superficie de cientos de miles de kilómetros.
El balance oficial del INGC no incluye 5 muertos por cólera confirmados este viernes por las autoridades sanitarias, enfermedad que ya ha afectado a más de 2.400 personas en Mozambique -la mayoría ya de alta médica-, principalmente en la ciudad de Beira y los distritos circundantes de Dondo, Buzi y Nhamatanda.
En el vecino Zimbabue, la cifra de muertes asciende a 344, según datos del 5 de abril del Ministerio de Información, mientras que el número de desaparecidos suma 257, la mayoría en Chimanimani (238), un distrito montañoso en el que el ciclón causó deslizamientos de tierra que sepultaron cientos de viviendas y personas.
En Malaui, al menos 59 personas perdieron la vida cuando el tifón Idai impactó en forma de fuertes tormentas, para después desplazarse a estas naciones limítrofes con vientos de más de 170 kilómetros/ hora.
El pasado 3 de abril, la Organización Mundial de la Salud y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), junto al Gobierno mozambiqueño, dieron inicio a una campaña de inoculación tras la llegada de unas 900.000 dosis de vacunas contra el cólera.
Solo en Mozambique, alrededor de 1,85 millones de personas afectadas por esta tragedia dependen del alimento, el agua y el refugio proporcionados por organizaciones humanitarias; entre ellas un millón de niños, según cifras de la ONU.
Mientras que en Zimbabue, al menos 270.000 personas se han visto afectadas por esta catástrofe, lo que llevó este viernes a las Naciones Unidas a hacer un llamamiento de 60 millones de dólares adicionales para proporcionarles ayuda de emergencia.