El avistamiento de un jaguar en un río chocoano

Durante una salida de campo, estudiantes de la EAFIT tuvieron la oportunidad de observar y filmar al felino.

El avistamiento de un jaguar en un río chocoano. Foto: Captura de pantalla

Tiene la cara limpia, la cabeza aún no es muy grande, muestra una delgadez sana y cuando levanta la pata trasera para subir parece notarse una bola de pelos, tal vez señal de un testículo. Esas son pistas que indican que es un macho el ejemplar de jaguar que avistaron y grabaron estudiantes y profesores del Departamento de Ciencias Biológicas de EAFIT durante una salida de campo.

Esos detalles se pueden apreciar en la grabación que hizo Óscar Alzate Zapata, estudiante de Biología de la Universidad. Segundos antes de las imágenes que se ven en el video, el animal estaba descansando en la playa del río Mecana, en Chocó, exactamente en Bahía Solano, entre Mecana y el Jardín Botánico del Pacífico.

Los estudiantes llevaban cerca de una hora caminado por el lecho del río en busca de un filo donde suelen posar unas ranas venenosas que querían observar. Eran cerca de las 11:00 a.m. del 18 de marzo cuando se toparon con el felino que, al sentir la presencia del grupo, interrumpió su siesta, miró unos segundos a los humanos –Óscar no sabe exactamente cuántos porque todos venían distraídos conversando-, y se internó en la selva.

Óscar tuvo la sangre fría para no dejar de pasar más de dos segundos sin desenfundar su cámara y empezar a grabar antes de lograr enfocar al animal mientras partía. No era el único del equipo que llevaba cámara, uno de sus compañeros también logró sacar la suya, pero solo pudo hacer unas fotos que quedaron borrosas.

Tal vez no sea solo sangre fría. Óscar tiene una afición por la fotografía científica y cree que eso fue, principalmente, lo que le hizo reaccionar tan rápido y hacer un registro que para Juan Fernando Díaz Nieto, profesor del Departamento de Ciencias Biológicas de la Universidad es algo “fantástico”.

Es posible que el profesor Juan Fernando no exagere pues, además de que la mayoría de estos animales cuando aparecen en videos son de cámaras trampa, hay gente que lleva gran parte de su vida en zonas de jaguar y nunca ha visto uno. De hecho, el guía de esa sesión de la salida de campo, don Antonio Cunampía, un indígena emberá que hace 30 años está en la zona, nunca había visto a un jaguar en vivo. 

El profesor Juan Fernando, quien lleva 18 años haciendo salidas de campo y no ha avistado a un felino de estos, dice que por ser un adulto joven no es posible precisar si esa sea la zona fija del animal. Explica que cuando son adultos suelen tener un territorio de unos 100 kilómetros cuadrados, divido en subterritorios de unas tres hembras, generalmente ubicado alrededor de los 1.200 metros sobre el nivel del mar. En Colombia Chocó, Llanos Orientales, Amazonía y Magdalena Medio-. 

Óscar y sus compañeros María Camila Tobón, Sebastián Gómez, David Gómez, Esteban García, el profesor eafitense Juan Camilo Arredondo, el guía Antonio, y Felipe Restrepo, colaborador del Jardín Botánico del Pacífico, tuvieron la oportunidad, quizás la única en su vidas de ver a un jaguar caminar frente a ellos en uno de sus territorios.

El peligro que corría este grupo era mínimo. Eso cree Juan Fernando Díaz porque sabe que los ataques de un jaguar a un humano son muy escasos y, tal como se observa en el video, suelen alejarse ante la presencia del hombre. La experiencia que vivieron los estudiantes y profesores de EAFIT, cree, es única y se da gracias a la posibilidad que tiene el pregrado en Biología de ofrecer este tipo de salidas de campo. Óscar confirma esa sensación de seguridad y la tranquilidad que tuvieron, incluso, para ir a la zona en la que vieron al animal de pie para ver una huella en el piso que les dice que estaba acostado en el lecho del río.