Los "chalecos amarillos" lanzan un ultimátum en una nueva jornada violenta
Esta décimo octava manifestación está considerada crucial porque se cumplen cuatro meses de protestas.
Los "chalecos amarillos" lanzaron este sábado un ultimátum al presidente de Francia, Emmanuel Macron, con una nueva manifestación que desde primera hora de la mañana registró altercados y estaba destinada a mostrar que el movimiento mantiene su fuerza a pesar de las promesas gubernamentales.
"Después de esta jornada, al menos para mí, no habrá más manifestaciones. Habrá acciones de verdad, tendremos que proponer bloqueos. Hemos demostrado que sabemos manifestarnos, que no ha funcionado y que no hemos sido escuchados", dijo en las redes sociales uno de sus líderes radicales, Éric Drouet.
Esta décimo octava manifestación está considerada crucial porque se cumplen cuatro meses de protestas y tiene lugar un día después del final del Gran Debate Nacional impulsado en enero por Macron para encontrar respuestas con las que atajar la crisis social y política desatada desde mediados de noviembre por los "chalecos amarillos".
"El gran debate lo que ha sido es una gran broma", denuncia a EFE Quentin, un participante en la manifestación parisina, de 30 años de edad y llegado expresamente de Nantes, en el oeste del país.
En este tiempo, agrega, no ha cambiado nada a nivel político, pero "gente de diferentes medios ha aprendido a conocerse en favor de una lucha común".
El llamado RIC, Referéndum de Iniciativa Ciudadana (RIC), sigue siendo la principal reivindicación de los opositores, que también reclaman la disolución de la Asamblea Nacional y la constitución de una provisional "mientras se reorganiza el sistema".
La Prefectura de Policía de París movilizó para este fin de semana 5.000 efectivos, un número superior a los desplegados en protestas anteriores, consciente de que esta jornada es delicada y va a coincidir con otra gran marcha organizada en contra del cambio climático.
El Arco del Triunfo fue epicentro de los altercados en la capital, que las fuerzas del orden intentaron contener con gases lacrimógenos, y ante los que a mediodía había ya unos treinta detenidos.
"No hay duda: instan a la violencia y están ahí para sembrar el caos en París. Profesionales del desorden equipados y con máscaras han infiltrado los cortejos. Mi consigna a la Prefectura de Policía: responder con la mayor firmeza a esos ataques inadmisibles", dijo en Twitter el ministro del Interior, Christophe Castaner.
Los manifestantes tenían como objetivo acercarse al Elíseo, pero los accesos al Palacio presidencial, igual que a otros puntos considerados "sensibles", habían sido bloqueados.
Aunque no está clara bajo qué forma continuarán las protestas después de la manifestación de este sábado, manifestantes como Van-Thanh Nguyen, francés de origen vietnamita que ha participado en 16 de las 18, asegura que seguirá luchando "hasta que las cosas cambien".
"Macron es una marioneta del sistema", apunta este parado de 60 años, que ha acudido a la capital desde Seine Saint-Denis, en la región parisina.
El pasado sábado, el Ministerio del Interior cifró los manifestantes en toda Francia en 28.600, de los que unos 3.000 se concentraron en París, el recuento más bajo desde el inicio de las protestas en noviembre.