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¿Por qué se detuvo el juicio contra Martinelli?

La depresión de expresidente panameño motivó la suspensión de la diligencia por caso de espionaje

Expresidente Martinelli. Foto: Colprensa

El juicio por supuesto espionaje político y peculado a Ricardo Martinelli (2009-2014), el primer expresidente panameño en sentarse en el banquillo, comenzó este el pasado martes pero fue suspendido apenas dos horas después, luego de que su defensa alegara un supuesto cuadro de ansiedad y depresión.

El tribunal encargado de juzgar a Martinelli, integrado por tres magistrados, resolvió suspender temporalmente el juicio para que médicos del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Panamá examinen el estado mental del exgobernante y comprueben si coincide con el diagnóstico de su psiquiatra privado.

"El tribunal ha determinado que la evaluación se llevará a cabo hoy jueves 14 de marzo", indicó el presidente del tribunal, el juez Roberto Tejeira, quien agregó que la fecha para retomar el juicio se conocerá cuando se publique el examen médico.

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En el informe del psiquiatra particular que la defensa de Martinelli leyó al comienzo del juicio, el doctor explica que le concedió una incapacidad de tres semanas porque el magnate de supermercados "se siente triste, se despierta asustado" y le rondan "ideas de suicidio".

Martinelli, de 67 años y en prisión preventiva desde que fue extraditado el pasado junio procedente de Estados Unidos, donde pasó un año en prisión por este caso, está acusado de cuatro delitos que suman 21 años de cárcel por presuntamente haber espiado a decenas de políticos, empresarios y periodistas entre 2012 y 2014.

"Estamos satisfechos con la decisión del tribunal porque se hizo lo correcto", reconoció a Efe el exministro y portavoz de Martinelli, Luis Eduardo Camacho.

La Fiscalía también se mostró a favor de que los forenses evalúen a Martinelli para que se resuelvan todas las dudas sobre su estado de salud y se evite que se vuelvan a presentar informes de médicos privados sin validez judicial.

"El señor Martinelli no quiere ir a juicio, pero tiene que entender que la única manera de resolver esta situación es que haga frente a la justicia", declaró a su salida de la audiencia el fiscal Ricaurte González.

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El juicio, al que los medios tienen acceso restringido y que no es televisado a diferencia de la fase intermedia del proceso judicial, se desarrolla en plena campaña electoral.

Panamá celebrará comicios generales el próximo 5 de mayo, en los que el expresidente concurrirá a diputado y a la alcaldía capitalina por el partido que él mismo fundó hace veinte años y que actualmente es la segunda fuerza parlamentaria, el liberal y opositor Cambio Democrático (CD).

La ley panameña solo impide que una persona se presente a un cargo de elección popular si ha sido condenada.

"La pregunta es si una persona que está incapacitada para enfrentar a la justicia puede correr o tener capacidades para ocupar dos cargos públicos", agregó el fiscal.

Durante el juicio, que es inédito y se espera que dure al menos un par de meses, declararán decenas de testigos y se presentarán un centenar de pruebas periciales.

Martinelli lleva asegurando desde que el caso de las escuchas se abrió en 2015 que se trata de un montaje orquestado por su sucesor y antiguo aliado, Juan Carlos Varela, que tiene "sed de venganza" y quiere anularlo políticamente.

Su defensa ha solicitado su excarcelación más de una vez alegando problemas cardiacos, pero los jueces se la han negado repetidamente porque consideran que sus afecciones son controlables con medicación y que existe riesgo de fuga.

Con gesto serio y visiblemente decaído, el exgobernante se dirigió a un grupo de periodistas mientras el tribunal decidía sobre la suspensión del juicio y les dijo: "Me van a condenar sin pruebas porque me quieren joder".

En la sala, estaba presente la esposa de Martinelli, Marta Linares, así como distintos miembros de su familia y algunas de las supuestas víctimas de los "pinchazos", como los políticos Balbina Herrera, Mitchel Doens y Juan Carlos Navarro