Internacional

Duterte afirma que cártel de Medellín opera en Filipinas

El presidente de ese país señaló que Filipinas es usado como puerto de entrada de la droga a Asi y que desde allí se distribuye a todo el continente.

Duterte, presidente de Filipinas. Foto: PCOO EDP/ CC

El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, alertó de que el cártel de la droga de Medellín se ha instalado en el país, que utiliza como puerto de entrada de cocaína a otros países de Asía.

"Enfrentamos un serio problema. Un cártel de la droga colombiano, el de Medellín, lo que significa que hay mucha cocaína", dijo el mandatario anoche en un acto público en Manila.

Duterte lo dijo después de que en las últimas semanas hayan aparecido paquetes de cocaína flotando en la costa oriental de Filipinas, un total de 165 kilos valorados en unos 17 millones de dólares desde el pasado 10 de febrero.

Los paquetes aparecieron en tres puntos diferentes de la larga costa oriental -en Aurora, en el extremo norte; y en Davao y Surigao, en el sur-, pero las autoridades consideran que hay relación entre los tres hallazgos.

Según Duterte, la droga procedente de Colombia se procesa en laboratorios instalados en viejos buques pesqueros en alta mar y a los paquetes de cocaína se les coloca un GPS antes de tirarlos al agua, para que los traficantes los encuentren.

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El mandatario alertó de que Filipinas corre "un gran peligro", ya que es muy difícil para la guardia costera evitar la entrada de drogas ilegales al país, que tiene más de 36.000 kilómetros de costa, salpicada por multitud de pequeñas islas.

"No podemos permitirnos tener patrullas en cada isla", lamentó Duterte, que ha emprendido una cruenta guerra contra las drogas, que se ha cobrado miles de vidas y que ha recibido criticas de numerosas organizaciones por los abusos de derechos humanos.

Sin embargo, esta campaña antinarcóticos se centra fundamentalmente en el "shabu" -una metanfetamina muy potente y barata, ampliamente consumida entre los más pobres-, mientras que la cocaína es "la droga de los ricos", según Duterte.

La semana pasada Duterte aseguró que la guerra antidrogas sería en adelante más "dura" y "sanguinaria" porque su aspiración es que Filipinas sea un "país libre de drogas" para el fin de su mandato, que termina en junio de 2022.

El director de la Agencia contra las Drogas, Aaron Aquino, confirmó hoy las declaraciones de Duterte sobre el cártel de Medellín e indicó que Filipinas es probablemente el enlace para llevar la droga a otros puntos de la región, ya que la cocaína no representa más del 2 % del mercado en el país.

Aquino señaló de que otra hipótesis es que los paquetes de droga encontrados flotando en el mar podrían ser una simple "táctica de distracción" mientras cargamentos mucho mayores de cocaína entran al país.