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Presunto volteo de tierras en Nobsa apunta a Umbarila y su amigo el Contralor de Bogotá

La maniobra de venta de un lote y millonarios recursos de regalías para comprar hornos de cal, habría dejado sin trabajo a más de 50 familias en Nobsa Boyacá.

Presunto cambio del POT en Nobsa, apuntan a mejor amigo y al contralor de Bogotá. Foto: La Wcon Julio Sánchez Cristo

El contralor de Bogotá Juan Carlos Granados, para quien la Fiscalía pidió cárcel por presuntamente recibir coimas de Odebrecht para su campaña a la gobernación de Boyacá; y su amigo Bernardo Umbarila, mencionado como supuesto intermediario de los sobornos, estarían señalados en un presunto caso de cambio de uso del suelo en un predio y presunto tráfico de influencias en el municipio de Nobsa en Boyacá, de donde son oriundos.

La maniobra de venta de un lote al que se le cambió el uso del suelo, y millonarios recursos de las regalías para comprar los hornos de campesinos dedicados a la producción de cal, habría dejado sin trabajo a más de 50 familias.

La historia inició en 2010 cuando el alcalde de Nobsa Óscar Teatino, de la línea política de Granados quien también había sido alcalde de este municipio, sacó a remate un lote de propiedad de la Alcaldía en el que por años la administración había invertido recursos para hacer un proyecto de mejoramiento ambiental de la actividad de los caleros.

En este lote se construyeron hornos piloto, se ilusionó a la comunidad con la construcción de una escuela minera y se les prometió una fuente de trabajo cuidando el medio ambiente. Pero el municipio lo remató por sólo 37 millones de pesos a la empresa SUMININCO (Suministros Mineros e Industriales de Colombia) propiedad de Claudia Patricia Siachoque Celys, esposa de Bernardo Umbarila, recordemos, uno de los mejores amigos de Juan Carlos Granados, a quien incluso años después, este nombró en la Contraloría de Bogotá.

Mery Acevedo es una de las campesinas que dice haber sido afectada por la venta del lote:  

“Eso lo está comercializando un señor que se llama Umbarilas en un lote que tenía el municipio que supuestamente ese horno lo habían hecho para los caleros que vendieran sus hornos para hacer una cooperativa y meter a la gente ahí y así no fue, solamente ahora manda es Umbarila con la esposa, y ahí se pasaron hojas de vida de los caleros que se quedaron sin trabajo y a ninguna le dio trabajo de los de acá”

Después de haber sellado el negocio que era el futuro de los campesinos, entre 2011 y 2015 llegó a la gobernación de Boyacá Juan Carlos Granados, y mediante un OCAD giró 4.800 millones de pesos de las regalías para comprar más de 50 hornos a familias caleras de Nobsa. La gobernación de Granados les prometió 26 millones por horno, pagados a 4 años, con cuotas mensuales de $520.000. Esto dijo Granados en 2015, argumentando que acabaría con la contaminación.

“Hemos comprado los hornos de tal manera que se disminuyan las emisiones, hemos agrupado a todos los productores de caliza y de chircales, para que entreguen los hornos a contraprestación de un dinero que les permitirá diversificar su economía (…) una posibilidad de otra fuente de recursos, de ingresos”

Pero sin el lote que compró la esposa de Umbarila y sin los hornos de piedras calizas que compró la gobernación de Granados, los campesinos dicen que se quedaron sin trabajo, con la ilusión de un proyecto y la promesa de construir una escuela minera que nunca llegó. 

Esto advierte los campesinos: “Mi horno tocó venderlo porque quedaba a la orilla de la autopista, yo dije que no lo vendía y la respuesta que nos dieron esa vez es que si no lo vendía lo compraban a las malas pero no se pagaba. Entonces qué hicimos pues venderlo. Nos dijeron que nos daban una cierta cantidad y a la hora de la verdad no fue esa cantidad fue menos”

Pero el lote tenía un problema. Estaba prohibido su uso industrial porque estaba hecho para el proyecto piloto con los campesinos. La esposa de Umbarila tuteló argumentando su derecho al trabajo. En ese momento Umbarila era el secretario de planeación de la gobernación de Granados.

La tutela calló en el despacho del juez Mauricio Barón Granados, amigo de Juan Carlos Granados. El juez falló a favor de la esposa de Umbarila y en un hecho cuestionado por los campesinos, cambió el uso del suelo vía tutela para que tuviera un uso industrial. Con los años a Barón y a Umbarila, es decir al juez y a la contraparte, Granados los llevó a trabajar a la Contraloría de Bogotá. 

5 años después de este fallo, los campesinos dicen que la empresa SUMININCO se ha lucrado de un lote que compraron a bajo precio y que era para ellos. Las familias caleras dicen que quebraron después de que Umbarila acaparara el mercado, con la ayuda de la gobernación de Granados que los conminó a vender los hornos a precio de huevo, sin que pudieran seguir produciendo cal.

La versión de Bernardo Umbarila. El exscretario de Planeación de la gobernación de Boyacá y su esposa, aseguraron que tienen todos los documentos en regla en la que se comprueba la legalidad del negocio.

Dicen que la tutela la confirmó un Tribunal en segunda instancia y que no hay ninguna sospecha sobre el fallo, pues no se perjudicó a ninguna familia campesina en Nobsa.  

La versión de Juan Carlos Granados. Según el contralor de Bogotá, el hecho de ser amigo de Bernardo Umbarila y de Mauricio Barón, no quiere decir que haya intervenido en la venta del lote o en el fallo de tutela, que fue confirmado en segunda instancia.

Granados asegura que contrató a Mauricio Barón Granados por su desempeño y por haberse destacado como profesional técnico. Advirtió que no hay nada de ilegal en haber sido amigo de un juez desde hace 5 años. Por otra parte reconoció que durante su gestión como gobernador de Boyacá, impulsó un programa para que la gente se industrializara en el sector calero, proyecto del cual surgieron empresas prósperas.

Versión de Mauricio Barón. Según el juez del polémico fallo que habría dejado sin el lote a los campesinos, “la tutelante nunca pidió cambiar el uso del suelo, pretendía atacar una multa que le habían impuesto por hacer unas construcciones allí”.

“Nunca se ordenó cambiar el POT, solo se ordenó la inaplicación de normas del POT para ese predio en particular por las razones probadas en el expediente”.

Según Barón, para la época del fallo no conocía a Bernardo Umbarila, y no fue él quien accionó la tutela. Tampoco conocía a su esposa.