Judicial

Los testimonios del negocio de sexo por webcam que manejaba un excura en Barranquilla

Tramitó cédulas falsas a los venezolanos que hacían parte del negocio.

Ciudadanos venezolanos trabajaban en el negocio del sexo por webcam. Foto: Getty Images

La W conoció el testimonio de varias personas que vivían dentro de una casa del barrio Los Andes, donde ciudadanos venezolanos trabajaban en el negocio del sexo por webcam.

Estas declaraciones surgen dentro del proceso que se adelanta contra José Luis Aduen Uribe, quien estuvo vinculado a la Comunidad Anglicana de San Francisco de Asís y fue retirado de la misma por incumplimiento a los estatutos.

Los testimonios fueron revelados en la audiencia pública, donde la Fiscalía General de la Nación solicitó al despacho las audiencias de legalización de captura, formulación de imputación y solicitud de medida de aseguramiento por el presunto delito de trata de personas y concierto para delinquir contra Aduen Uribe.

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EL TRATO INICIAL

Según uno de los jóvenes, procedente de Maracaibo (Venezuela), él había llegado hasta la ciudad de Barranquilla luego de que un amigo le manifestara que le iban a dar un trabajo en un “estudio”, donde le daban la comida y la estadía por tener sexo por webcam.

Las ganancias se generaban por “toques” en la página, de los cuales el 50% iba para el dueño que era conocido como “José Luis”. Además, prometieron darles identidades colombianas.

Sin embargo, el trato al parecer sólo se cumplió a medias: “Nos llevó al centro de Barranquilla, donde me sacó la cedula de ciudadanía colombiana falsa. Ya cuando este señor nos sacó los documentos colombianos, nos dijo que el trabajo era tener relaciones sexuales en vivo por medio de la página porno. Nos tenía pasando hambre en la casa y encerrados con candado, ya que no podíamos salir de ahí”.

Otro de los testimonios señala: “Yo siempre estuve ahí con engaños, porque José nos dijo que si ahí realizábamos entre 10.000 a 15.000 toques, nos pagan la suma de $1’500.000 pero nunca recibimos nada.” 

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¿QUIÉNES MANEJABAN EL NEGOCIO?

Inicialmente, se encuentra detenido José Luis Aduen, pero quienes vivieron en la casa de Los Andes señalan a tres personas más de estar involucradas en los hechos.

“Está el dueño que es José, y Gambeta, que es su hermano. Claudio que es amigo. Y Anthony, que es hermano de Claudio. Son dos parejas de hermanos (…) andaban armados y con carros de alta gama. El señor José decía que era cura de la ciudad de Cartagena, Gambeta que es hermano de José se dedica a vigilarnos, supuestamente era el dueño de la cocina, y los hermanos Anthony y Claudio iban cada fecha de pagos que eran los 18 y 19, entre las 3:00 p.m. y 4:00 p.m. de cada mes, cuando supervisaban el negocio”.

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¿CUÁLES ERAN LAS GANANCIAS?

El horario se desarrollaba desde las 11:00 de la mañana hasta las 6:00 de la tarde y se ganaba por “toque”.

“(Debíamos) tener sexo en vivo, mediante uno de los seis computadores de la agencia con su cámara y audio, ahí nos explotaban diariamente. Las ganancias eran que los dólares los cambiaban a pesos, en donde mensualmente ellos sacaban unos 30 millones a 50 millones de pesos. Esto lo sacaban en Bancolombia mediante la master”, relatan.

Además, cuentan que eran amenazados, ya que el delegado del ente acusador señaló durante la audiencia, mediante la lectura del testimonio de un venezolano, que eran obligados a estar frente a la webcam realizando actos sexuales y fuera del horario que habían acordado.

Dice el testimonio: “Yo empecé a trabajar en la webcam con José. En los primeros cinco días todo era normal, pero después me obligaba a durar más de siete horas, no me dejaba salir a la calle, no podía descansar bien. Él me amenazaba de muerte si pensaba irme del lugar. El señor José no me estaba pagando por hacer este trabajo, yo recibía el 50% de la webcam y aparte, el arriendo y comida. Por todo lo que estaba pasando yo me quise ir, pero fue imposible debido a las amenazas.

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EL TRABAJO

Algunos de los testimonios coinciden en que llegaron a la casa de Los Andes por voluntad propia y que hasta 40 personas convivían dentro del domicilio. Pero hubo incumplimientos en los pagos y llegó el momento en el cual se sintieron explotados.

“Mi trabajo era masturbarme, me vestía de mujer y en dos ocasiones, me tocó vestirme de transexual. A todo esto me obligaba el señor José para hacer más dinero. En la casa vivíamos sólo venezolanos, unas 40 personas y la gente estaba cansada de que se nos explotara de esta manera. Al principio yo estaba por voluntad, pero después el señor José me obligaba a trabajar y no me dejaba salir para la calle, no me pagaba el dinero que era”, relatan.

Para este 19 de octubre está programada la audiencia de medida de aseguramiento contra José Luis Aduen Uribeen el Centro de Servicios Judiciales.