Actualidad

Sin ropa y herido de bala caminó por 36 horas sobreviviente del ataque a Continental Gold

Uno de los familiares contó lo que vivió el joven auxiliar de la compañía canadiense.

Tres ingenieros de la Continental Gold fueron asesinados en Antioquia el pasado 20 de agosto. Foto: Getty Images

En diálogo con W Radio, uno de los familiares de José Dionisio Guerra relató lo que vivió el hombre de 26 años de edad desde que ocurrió el ataque a la comisión de la Continental Gold, en la vereda Ochalí en Yarumal (Antioquia), hasta que encontró un lugar seguro, 36 horas después, en San Andrés de Cuerquia.

El joven revivió los dramáticos momentos que vivió la noche del miércoles 19 de septiembre, cuando disidentes del frente 36 de las Farc, atacaron a la comisión de la Continental Gold. “Él dice que en el momento que el compañero hizo accionar esa arma, todos estaban enfilados y arrodillados y que con la primera ráfaga fue donde cayeron primero Laura y Henry, luego César el sicólogo”, contó el familiar del señor Guerra.

Con dolor, les recalcó a sus familiares que el ataque ocurrió en la noche del miércoles y que estuvieron a merced de sus verdugos por más de hora y media. Consideran que si el Ejército hubiese estado cerca se hubiera podido salvar la vida de Camilo Tirado porque según lo que reveló Guerra, alcanzaron a canalizarlo, pero no llegó la ayuda a tiempo.

(Le puede interesar: Miserablemente acabaron con la vida de mi hija: relato de padre de geóloga asesinada)

Guerra aseguró a sus parientes que sobrevivió de milagro: “se levantó polvo y el humo del arma, lograron dispersarse (…) dice que sí sintió el impacto en el pie, pero que eso les dio la oportunidad de dispersarse”.

El hombre se escondió debajo de la casa y allí se quitó la ropa. Contó que pasó la noche escondiéndose de las linternas con las que buscaban identificarlo en medio de la oscuridad. Según lo que reveló a sus familiares, “caminó por el monte, descalzo, con una herida en un pie y desnudo, solamente en bóxer (…) le tocó quitarse la ropa porque tenía reflectivos y eso lo delataba”.

Señalan que fueron 36 horas de zozobra y miedo, aunque conocía la zona. “Salió de Ochalí, pasó a la montaña de Briceño, bajó hasta el Valle de Toledo y siguió por el monte y el río hasta San Andrés, de Cuerquia. Ahí pudo salir a la vía y lograr que alguien lo arrimara hasta otro lugar y seguir caminando hasta donde encontró a la tropa”, cuenta la familia de Guerra.

El hombre, de 26 años de edad, sigue en observación en un hospital de Medellín, a la espera de una cirugía para retirar la bala de una de sus piernas.