Meghan McCain reivindica "la grandeza" de EE.UU. en el funeral de su padre
Aseguró que el país al que representó y defendió su padre "no necesita ser grande de nuevo, porque siempre lo fue".
Meghan McCain, hija del fallecido senador John McCain, reivindicó hoy "la grandeza" de Estados Unidos y aseguró que el país al que representó y defendió su padre "no necesita ser grande de nuevo, porque siempre lo fue".
Meghan McCain fue la primera en intervenir en el último de los homenajes celebrados en nombre del senador, en la Catedral Nacional de Washington, y en el que hoy se reunieron familiares, amigos, políticos y los expresidentes Barack Obama, George W. Bush y Bill Clinton para despedirse del histórico legislador.
"Fue un gran hombre. Nos reunimos aquí para llorar la muerte de la grandeza estadounidense. La real, no la retórica barata para los hombres que nunca se acercarán al sacrificio que él ofreció tan voluntariamente, ni la apropiación oportunista de aquellos que vivieron vidas de comodidad y privilegio", dijo la hija del senador, en una alusión velada al presidente estadounidense, Donald Trump.
Hace meses, conocedor de la gravedad de su cáncer cerebral, el senador McCain pidió explícitamente que el mandatario no fuera invitado a sus exequias, después de duros enfrentamientos políticos con él, tras lo que Trump llegó a insultarlo duramente a través de las redes sociales.
No obstante, a la ceremonia sí acudieron la hija del multimillonario Ivanka Trump y su esposo, Jared Kushner, así como varios miembros de la Casa Blanca, como el jefe de gabinete, el general John Kelly, y el secretario de Defensa, James Mattis.
Meghan McCain subrayó la fortaleza de su padre para superar las adversidades, especialmente después de los cinco años que pasó como prisionero de guerra en Vietnam, donde sufrió torturas y humillaciones.
"Mi padre tenía muchas razones para pensar que el mundo era un lugar horrible. Mi padre tenía todos los motivos para pensar que no valía la pena luchar por el mundo. Mi padre tenía todos los motivos para pensar que valía la pena irse del mundo. Pero no creía en ninguna de esas cosas", subrayó.
El cuerpo de McCain abandonó en la mañana de hoy las dependencias del Capitolio, donde también fue honrado este viernes, y donde permaneció durante todo el día para que los ciudadanos pudieran darle su último adiós.
Antes, de dirigirse a la Catedral Nacional de Washington, sus restos mortales hicieron una última parada en el Memorial a los Caídos en la Guerra de Vietnam, donde su familia dejó una corona de flores en su memoria.
Decenas de personas acudieron al monumento para despedirse del senador, entre ellas un grupo de ciudadanos vietnamitas, quienes portaban una pancarta: "Los niños vietnamitas prisioneros de guerra nunca olvidaremos al hombre que salvó nuestras vidas: el senador John McCain".