Los viajes de negocio también son placenteros
Un estudio revela que aquellos ejecutivos que dedican parte de su jornada laboral a viajar por el mundo también se toman estos desplazamientos como una experiencia de ocio.
Parece que las diferencias entre un viaje de placer y uno de negocios no son tan pronunciadas como muchos podrían pensar, teniendo en cuenta que nueve de cada diez trabajadores que han de tomar el avión con relativa frecuencia para representar a sus empresas en el exterior aseguran, según un estudio realizado por el aeropuerto de Bristol, pasárselo en grande durante estas estancias en otras partes del mundo.
De la misma investigación se desprende que la media de desplazamientos aéreos ligados al empleo es de ocho veces al año por persona. Sin embargo, y para reforzar la teoría de que un viaje de empresa puede contener también valiosos momentos de ocio, el 83% de los encuestados afirma que le encantaría poder volar al extranjero con más frecuencia a pesar de tener que trabajar.
"Este estudio refleja los cambios tan significativos que hemos estado experimentando en los hábitos de consumo relacionados con el turismo. Muchos pasajeros hacen todo lo posible por añadir elementos de confort y placer a sus viajes, aunque estos estén enmarcados en los requisitos de sus compañías. Y en lugar de reservar hoteles para estancias de una o dos noches, muchos trabajadores tratan de aprovechar el viaje para disfrutar de unos días adicionales de descanso", ha explicado Nigel Scott, director de desarrollo del aeropuerto y responsable del mencionado estudio.