Colombia, ¿lista para sustituir los hidrocarburos por energías limpias?
Expertos analizan los impactos de una posible sustitución de los combustibles fósiles en la economía colombiana y cómo sería la transición hacia las economías limpias.
Por: Natalia Torres Hernández
Uno de los debates pendientes que tiene Colombia y que surgió en medio de la reciente campaña presidencial es una posible sustitución del consumo de hidrocarburos por energías limpias, que ayuden a disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero. Más aún si se tiene en cuenta que en abril de 2016 el país suramericano firmó junto con otras 159 naciones el Acuerdo de París sobre Cambio Climático.
En ese momento, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, dijo que “detener el cambio climático es el gran reto de la humanidad” y aseguró que su gobierno se propuso impulsar “una política nacional de cambio climático para contribuir con la reducción de gases de efecto invernadero y la deforestación”.
Dos años antes, en 2014, el investigador estadounidense Richard Heede había concluido que 90 compañías son las causantes de dos tercios de las emisiones de gases de efecto invernadero en el planeta, de las cuales siete son petroleras: Saudi Aramco, Chevron, Exxon Mobil, BP, Royal Dutch Shell, National Iranian Oil Co. y Petróleos Mexicanos (Pemex), con un total acumulativo de 288.026 millones de toneladas métricas de dióxido de carbono entre 1890 y 2013.
A su vez, el sector petrolero colombiano, en cabeza de Ecopetrol (Empresa Colombiana de Petróleos, semiestatal) y el Ministerio de Ambiente, elaboró una guía para orientar los esfuerzos de la industria hacia una gestión de las emisiones de metano en el proceso productivo de los hidrocarburos.
Colombia depende de combustibles fósiles
¿Qué tan cerca está Colombia de una sustitución de los hidrocarburos y una evolución hacia las energías limpias? La Agencia Anadolu consultó a tres expertos locales sobre esta posibilidad y el impacto de esta transición en la economía colombiana, siendo el petróleo el principal producto de exportación.
Según el presidente de la Asociación Colombiana de Petróleos (ACP), Francisco Lloreda, el país podría dejar de depender del combustible fósil en dos escenarios: “Que la producción decline de manera progresiva y otros sectores crezcan en proporción (por debilitamiento de la industria petrolera), o que otros sectores incrementen sus exportaciones y por ende su proporción (comparado con la petrolera), bajo la premisa de que el sector petrolero no crezca. El primer escenario no es deseable, el segundo sí lo es”.
El líder gremial cree que en un país con tanta necesidad de fuentes de energía, “no se entendería que en las décadas por venir se deje el petróleo y el gas enterrado, más cuando en los últimos 100 años la industria ha sido determinante en el desarrollo del país. Renunciar a ello no sería aconsejable”.
Para el ingeniero de petróleos y profesor de la Universidad Industrial de Santander (UIS), Óscar Vanegas, aunque la economía colombiana aún depende en un 30% de los combustibles fósiles, “por ser Ecopetrol el mayor productor (80%) -con sus campos maduros-, en pocos años, cuando los campos maduros se agoten, la economía de la nación dejará de depender de los hidrocarburos”.
Vanegas sustenta que ese tránsito se hizo durante los gobiernos de Andrés Pastrana (1998-2002) y Álvaro Uribe (2002-2010), a través de normas como la Ley 756 de 2002, “que bajó la participación de la nación en la producción, del 50% al 30%” o el decreto ley 1760 de 2003, “que bajó la participación para la nación en la producción a 0%, al volver al modelo concesionario de hace 100 años”.
“El primero (Pastrana) bajó las regalías un 60% para campos nuevos y recobro mejorado. El segundo (Uribe) le quitó a Ecopetrol la administración del subsuelo y se la transfirió a la ANH (Agencia Nacional de Hidrocarburos). Nos quedamos solo con las regalías, las cuales eran para los entes territoriales y centralizó Juan Manuel Santos (Acto Legislativo 05 de 2011 y Ley 1530 de 2012)”.
Basado en una investigación propia, el economista y director del centro de estudios Colombia Punto Medio, Luis Álvaro Pardo, afirma con cifras de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN) que “en total, hay 253 beneficios tributarios en el Estatuto Tributario” para las compañías petroleras.
Y aunque las compañías petroleras están obligadas a tributar el 33% sobre el total de sus ingresos, Pardo señala que, sumando los otros beneficios adicionales, “lo que terminan pagando no son tasas del 33%, sino del 6,9% sobre sus ingresos brutos. Esa es la tasa efectiva de tributación, se llama así. De dos billones terminan pagando 74.000 millones”.
Según un estudio reciente de la Red para la Justicia Tributaria, esa tasa efectiva de tributación en renta para el sector de minas e hidrocarburos entre 2008 y 2015 fue de 24,3% aproximadamente.
El estudio indica que el costo para las finanzas públicas de mantener estos 253 tipos de beneficios tributarios para el sector “es de aproximadamente COP 14 billones anuales [USD 4.900 millones]” y de COP 15,77 billones [USD 5.541 millones] entre 2012 y 2015.
Por su parte, Lloreda sostiene que la industria “llegó a aportar el 23% de las rentas fiscales de la Nación, además de regalías regionales. Entre 2005-2015, solo en impuestos y derechos contractuales fueron 200 billones de pesos (USD 72 billones aproximadamente)”.
Transitar a energías limpias
En cuanto a una transición a las energías limpias, los expertos coinciden en que no es un proceso rápido y tomará muchas décadas.
Lloreda asegura que “es factible que en un período de 100 años estemos ante una transición. Si el período es de 50 años no hay duda de que se trata de una diversificación, lo cual es previsible e incluso necesario por la demanda creciente de energía a nivel mundial, que requerirá de variadas fuentes de energía”.
Y agrega: “el Gobierno está impulsando otras fuentes, en especial la solar. Bienvenidas sin poner en riesgo la confiabilidad del sistema y el acceso a energía a precios razonables. Si esos proyectos están en capacidad de reemplazar los ingresos que el sector petrolero le aporta al país, el tiempo lo dirá”.
Para Óscar Vanegas, “ninguna de las energías renovables reemplazará los hidrocarburos en menos de 50 años. Ni en Colombia ni en el mundo. Los hidrocarburos representan el 56% de la energía mundial, el carbón el 32%, las hidroeléctricas el 4% y la nuclear otro 4%. En Colombia, los hidrocarburos y las hidroeléctricas representan el 99% de la energía”.
El ingeniero opina que las energías renovables “son muy costosas e ineficientes. No las veo venir como el reemplazo de las energías fósiles en menos de 50 años. Las energías más importantes del futuro en Colombia serán el gas natural y las hidroeléctricas”.
Luis Álvaro Pardo cree que Colombia es un país privilegiado en fuentes de energía renovable: “tenemos energía térmica, dos mares para energía que sacan con las olas del mar, departamentos que son realmente privilegiados en el tema de vientos, como la Guajira, donde sopla todo el tiempo, regiones con luminosidad y radiación solar casi todo el año. ¿Por qué vivimos tan atrasados?”.
Opina, sin embargo, que “la transición no es una cosa de corto plazo. Puede llevar entre diez y quince años para que las energías limpias empiecen a pesar dentro de la matriz energética del país”.
Entre las medidas que se pueden tomar, sugiere “la desgravación arancelaria y cero IVA para los vehículos eléctricos”; prohibir la importación de vehículos que usen combustibles fósiles; el reemplazo de las facultades de minería y petróleos en las universidades, además de “unas subregiones autónomas en lo energético”.