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Viviani, intratable al esprint, firma el doblete; Dennis sigue de rosa

De nuevo Viviani apareció tarde para lanzar el ataque, pero al final mostró su poderío e hizo bueno el trabajo de su equipo en la aproximación y lanzamiento del esprint.

Elia Viviani. Foto: Getty Images

El italiano Elia Viviani (Quick Step) volvió a mostrarse intratable al esprint para firmar el doblete en el Giro de Italia en la tercera etapa, una jornada larga, de 229 kilómetros entre Be'er Sheva y Eilat, en la que el australiano Rohan Dennis (BMC) retuvo el maillot rosa de líder.

Viviani confirmó su condición de velocista más en forma del Giro y no perdonó en una llegada complicada y peligrosa en la que se jugó el tipo para alzar los brazos por segunda vez consecutiva, con un tiempo de 5h.02.09 y a una media de 45,3 kms/hora.

El campeón olímpico, vestido con el maillot "ciclamino" de líder por puntos, batió a su compatriota Sacha Modolo (Education First) y al irlandés Sam Bennett (Bora).

De nuevo Viviani apareció tarde para lanzar el ataque, pero al final mostró su poderío e hizo bueno el trabajo de su equipo en la aproximación y lanzamiento del esprint.

Un esprint con maniobra peligrosa del irlandés Bennett que a punto estuvo de producir un accidente, pero Viviani esquivó el movimiento de su rival y pudo lograr el doblete, el que tranquiliza del todo al campeón olímpico de onmium en Río de Janeiro 2016.

"Gané y no quiero comenzar una polémica. Bennett se movió y entramos en contacto, pero pude evitar mayores problemas", dijo Viviani, sin ánimo de polemizar.

En la general, día plácido para los aspirantes, que pasaron página sin complicaciones. Rohan Dennis retuvo la 'maglia' rosa y le sieguen el holandés Tom Dumoulin a un segundo y el portugués José Gonçalves (Katusha) a 13. Pello Bilbao (Astana) es el primer español, quinto a 19.

Una jornada interminable de 229 kilómetros que cerró el tríptico israelí con protagonismo de tres escapados que desafiaron los desiertos para tratar de alcanzar la gloria, pero su empeño chocó con la realidad de la ambición de los esprinters.

Marco Frapporti (Androni), Guillaume Boivin (Israel) y Enrico Barbin (Bardiani) se marcharon de salida y comenzaron a aumentar diferencia en el ascendente camino hacia el del cráter Ramon. Pasada ya la tumba de David Ben Gurion, uno de los padres del Estado israelí, la renta era de 4.47 minutos. En esas marcas fijó el pelotón la licencia de los fugados.

La persecución calculada hizo efecto a 6 kilómetros de meta, con un pelotón desbocado rodando a más de 70 por hora, con el viento a favor, en el paisaje desértico que conducía a Eilat. El sacrificio de tres valientes que desafiaron a la jornada maratoniana quedó sin premio.

El ritmo del grupo produjo algunos cortes en el pelotón. En uno de ellos quedó atrapado Carlos Betancur (Movistar). A diferencia de la primera jornada en línea, esta vez el Quick Step montó el tren azul para su líder. Resultó imposible tratar de romper el guión de la escuadra belga, un auténtico látigo en los últimos kilómetros.

Lo intentó sin suerte el Bora para colocar a Bennet, pero éste jugó sus bazas en la recta de meta, donde tomó la delantera y trató luego de impedir el paso a Viviani. El italiano esquivó la maniobra, encontró hueco y aceleró hacia su doblete. Era su octava victoria de la temporada. Ahora en Italia, objetivo triplete.

El Giro de Italia descansará este lunes después de tres jornadas en Israel. La competición se reanuda el martes con la etapa de 191 kilómetros entre Catania y Caltagirone, ya en Sicilia.