Sofía Gómez, la apneista que sueña con representar a Colombia en unos Juegos Olímpicos
"Me encantaría que fuera un deporte olímpico, creo que la presión que sentiría sería intensa pero sería muy bonito", dijo Sofía.
Después de romper en julio del año pasado un récord mundial de apnea en la modalidad de peso constante con bialetas, Sofía Gómez Uribe sueña con representar a Colombia en unos Juegos Olímpicos pero ese deseo está truncado porque su disciplina todavía no forma parte del mayor evento deportivo mundial.
"Me encantaría que fuera un deporte olímpico, creo que la presión que sentiría sería intensa pero sería muy bonito. Ese es el sueño que tenemos todos los apneistas", afirmó Gómez en una entrevista con Efe.
El sueño apareció gracias a la Confederación Mundial de Actividades Subacuáticas (CMAS), que actualmente está liderando una campaña para promover que la apnea haga parte del programa de los Juegos Olímpicos de París 2024.
La deportista colombiana, que el año pasado rompió el récord mundial al alcanzar los 84 metros de profundidad, manifestó que otro de sus objetivos es seguir practicando por mucho tiempo este deporte, más allá de las marcas batidas, porque lo ve como algo que le genera una satisfacción personal.
"Mi sueño es seguir haciendo este deporte por el mayor tiempo posible, no lo hago por los récords, pues obviamente si llegan récords mucho mejor. Pero lo hago es por la satisfacción personal de romper mis límites todo el tiempo y de demostrarme que sí puedo lograr lo que me propongo", dijo entre risas.
Para ello, Gómez, que nació hace 26 años en Pereira, una ciudad que está ubicada en el centro de Colombia y lejos del mar, se radicó en la caribeña isla de Dominica, en donde se prepara para todas las competencias que disputa a lo largo del año.
En el caso de 2018, el objetivo principal es el campeonato mundial, que se disputará del 1 al 30 de octubre en la ciudad turca de Kaz.
"Seguimos haciendo preparación física, haciendo trabajo en gimnasio muy básico y desde ahora a empezar con la profundidad", aseguró.
Explicó que pese a que estuvo en enero pasado en una expedición de la Armada colombiana en la Antártida, no hizo "mucha profundidad", por lo que resaltó la importancia de regresar a Dominica para entrenar.
"Hay que volver al mar, volver a acostumbrar al cuerpo a la presión, a todos estos cambios biológicos que se generan con la presión. Entonces hay que volver de a poquitos, no es que yo vaya de una y me meta a 80 metros de profundidad, tengo que ir de a poquitos y es un proceso largo, con mucha paciencia, para no lastimarme", detalló.
Sin embargo, en Dominica no todo ha sido sencillo, pues según un informe de abril pasado, el huracán María dejó en septiembre de 2017 en su paso por esa isla 31 muertos y 34 desaparecidos y "la mayoría de sus estructuras gravemente dañadas o destruidas", así como "la mayor parte de los árboles derribados y la vegetación defoliada".
Se estima que en esta isla caribeña de 750 kilómetros cuadrados, algo más de 70.000 habitantes han sufrido pérdidas por valor de al menos 1.300 millones de dólares, con el sector agrícola "prácticamente borrado", según un estudio del Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (CNH).
Es por ello que el año pasado, Gómez lideró una campaña de microfinanciación colectiva para ayudar a la comunidad a recuperarse de los daños causados por el huracán.
"Me da mucha alegría poder volver a la isla, poder seguir ayudando. En el crowdfunding (microfinanciación) que hicimos recogimos 26.000 dólares, de los cuales ya hemos invertido más o menos 13.000 para ayudar a la comunidad en donde vivimos", expresó.
Por otra parte, la apneista, que también cuenta con múltiples récords panamericanos y bolivarianos, relató que toda su vida ha practicado deportes acuáticos pero que fue en 2010, cuando le pidieron que hiciera una "apnea máxima", es decir nadar tanto como pudiera "debajo del agua sin respirar", que comenzó su exitosa relación con esta disciplina.
"En el 2014 decidí dejar de hacer natación con aletas y dedicarme 100 % a hacer apnea. En 2015, que ya me quedaban menos materias en la universidad y que podía viajar más a entrenar, empecé a entrenar a mucha más profundidad. Y en 2016, que me gradué de la universidad, decidí darle la oportunidad al deporte de lleno", destacó.
La deportista colombiana, que también es ingeniera civil y la patrocina el BBVA, valoró el apoyo de su familia para sobresalir en esta disciplina y consideró que el obstáculo más grande al que se ha enfrentado es su propia mente y "no creer que se pueden lograr las cosas".
"Para mí, lo más importante y lo más difícil a veces es creer que puedo lograr las cosas y eso ha sido lo más difícil en este proceso", manifestó y agregó que "si no hubiera tenido un sistema de apoyo" seguramente no hubiera intentado romper el récord con el que se dio a conocer a sí misma y a la apnea en Colombia.