La Gorda Fabiola: seguiré con el humor hasta el fin de mis días
La Gorda Fabiola narró su conmovedora historia en La Hora del Regreso. Tras 23 días en coma, la gordita prometió que seguirá con el humor hasta el fin de sus días.
Fueron 23 días en el limbo. Por un lado, la Gorda Fabiola se aferraba a su vida. Por el otro, Polilla, su familia, amigos y todos sus seguidores deseaban su pronta recuperación.
Luego de una experiencia que ella califica como ‘fantástica y dolorosa’, vimos su sonrisa nuevamente.
El médico le dijo que alucinaba, pero la Gorda Fabiola dice haber ido al cielo y al infierno.
“Cuando uno está a punto de morir llegan de ambas partes a mirar para dónde lo jalan a uno. De un hueco me llamaban y me estiraban las manos para jalarme, en ese momento me despiertan los médicos después de 23 días”, recordó.
Luego de ser desconectada, su fuerza regresaba poco a poco. Los médicos le pedían que moviera sus ojos, sus dedos. Pero en ese momento, según cuenta, llegó el momento que la llenó de esperanza.
“Detrás de ellos (los médicos) veo una figura que no alcanzaba a descifrar. Brillaba muy lindo, como un cristal, y era más grande que los médicos. Eran ángeles (…) Me dio la certeza de que no me moría”.
“Seguiré con el humor hasta el fin de mis días”
La experiencia de la Gorda Fabiola trascenderá. Ya está pensando en su libro y tiene una charla llamada ‘Estoy viva’.
Para nuestra felicidad, su camino en el humor continuará. Los chistes de la gordita seguirán sacando risas y alegrando corazones, esos mismos que no dejaron de apoyarla a ella y su familia en los momentos más difíciles.
“Nunca dimensioné tanto amor hacia mí. Es lo mejor que me puede pasar, el amor de la gente”, resaltó Fabiola.
Nuestra gordita también llenó su vida de optimismo, pues como ella dice: "La vida es como una arepa: sabe a lo que uno le unte, y yo decidí untarle vida y felicidad".
“Si antes agradecí el milagro de la vida, ahora agradezco cada minuto”
Fabiola dijo cuál fue su polo a tierra. Recuérdame, la canción de la película ‘Coco’ e interpretada por Carlos Rivera, pasó a ser un sonido especial para ella, una melodía que le daba fuerza para seguir de este lado y permanecer con su familia.
“Cuando vi la película, me llegó al alma. Cuando estaba en coma, Polilla me la ponía desde el celular y mi hija me la cantaba. Era como un polo a tierra para quedarme acá”, recordó la gordita.