En Melilla, España, 500 niños migrantes viven hacinados y sin comida
En un centro de acogida de inmigrantes, en la ciudad española al norte de África, los menores también han denunciado malos tratos.
Más de 100 menores inmigrantes que llegan a Melilla, España, prefieren vivir en la calle que sufrir las condiciones inhumanas del centro La Purísima, un antiguo pabellón militar acondicionado para acoger a los menores migrantes que recibe, anualmente, más de cinco millones de euros de fondos públicos. La ONG Prodein lleva años denunciando los malos tratos que reciben los refugiados en el centro de acogida.
Prodein denunció la muerte de dos menores inmigrantes las pasadas navidades en diferentes circunstancias: uno de ellos falleció de forma repentina después de haber recibido el alta del hospital de Melilla. El segundo, por un paro cardiorrespiratorio tras permanecer 20 días en coma en el Hospital Comarcal de Melilla, según la ONG, como “consecuencia de una paliza” que tuvo lugar en el centro educativo de menores infractores.
Tras varias denuncias, un equipo de la cadena de televisión La Sexta pudo documentar las condiciones en las que viven los menores de La Purísima. Duermen hacinados porque no hay suficiente espacio para todos. La capacidad es para 250 personas y hay más de 500 niños en el centro.
Duermen compartiendo colchones o directamente en el suelo. Además no tienen mantas, ni ropa, ni agua caliente. Varios menores relataron a la cadena de televisión que la comida es escasa, que los desagües atascados impregnan la sala con un fuerte olor a heces y que muchos han sufrido malos tratos.
“Muchos prefieren vivir en la calle que en el centro de acogida”, explican desde la ONG.
La respuesta del responsable de bienestar de los niños de Melilla, Daniel Ventura, tras recibir un alud de críticas, fue todavía más inhumana que las condiciones en las que viven los menores:
“Mejor en el suelo en colchones que en la calle”, afirmó a través de Twitter. “El Gobierno de Melilla no va a expropiar viviendas para hacer centros para los menores marroquíes”, añadió.
La ONG también recordó que hay más de 200 menores sin escolarizar. “La semana pasada un grupo de padres inició una campaña de recogida de firmas para solicitar la escolarización de los 200 menores que no pueden ir al colegio porque a sus padres se les exige un padrón para poder darles una plaza”.
Una medida que, según denuncian las organizaciones de defensa del menor, es completamente ilegal porque atenta contra los derechos fundamentales de los niños.