¿Qué tan efectivas podrían ser las comunicaciones robóticas de Star Wars en la vida real?

De acuerdo con un informe publicado en la revista especializada Science Robotics, las comunicaciones robóticas no verbales de icónicos robots de la saga Star Wars, como R2D2 y BB-8, podrían ser efectivas en la vida real.

En el estudio de la investigadora Robin Murphy para la Universidad de Texas A&M en College Station, se advierte que aunque poseer un amigo robot inteligente y sensible “que arregla tu nave espacial” podría estar un poco “más allá de la ciencia actual”, sí existen partes de los robots de la saga de Star Wars que existen en el mundo real.

Cabe recordar que en la saga, los robots utilizan señales no verbales para interactuar entre ellos y con las demás razas alienígenas (incluyendo humanos), proyectando así su estado “mental” como la emoción o la frustración.

Sin embargo, Murphy advierte que estos ruidos robóticos pueden ser utilizados de manera efectiva para interactuar con niños y adultos, gracias a que estos chirridos binarios pueden ser entendidos por caracteres humanos o traducidos a diferentes idiomas de forma escrita o verbal. Sin embargo, cabe anotar que aunque las personas sean fanáticos o no de Star Wars, es una realidad que no muchos comprenden los lenguajes de ficción de los droides, por lo que aún falta desarrollar estrategias en las que los pitidos contextuales no verbales se conviertan en un medio útil de comunicación.

Pero Dan Goldman, experto en robótica de la Universidad Georgia Tech, agrega en un artículo paralelo al de Murphy que las cualidades locomotoras de los robots de la saga como las de R2D2, que se desplaza sobre ruedas o de BB8, que rueda sobre una esfera, ya no serían tan realistas y prácticas como parece porque no se aplican a la física del mundo real.

Goldman indica que la estructura esférica de BB-8 se atascaría fácilmente en dunas de arena. De hecho, precisa el experto, un diseño “biomimético” (la búsqueda de soluciones tecnológicas inspiradas en los diseños de la naturaleza). “Cualquiera que haya manejado un carro en la playa sabe lo rápido que las ruedas pueden enterrarse en la arena y girar en su lugar”, asegura el experto.

De hecho, un experimento de Dan Goldman y Yasemin Ozkan Aydin lo demuestra: colocaron un juguete de BB8 en un lecho de partículas de vidrio, pero el robot no se pudo mover.

Este es un ejemplo de la poca practicidad de la estructura de BB8: