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Vecinos en el norte de Barranquilla piden controlar los decibeles de show navideño

Aseguran que desde que funciona en el parque Bosques del Norte el show "Naviland", se ha vuelto imposible tener tranquilidad debido al alto volumen de la música.

Vecinos en el norte de Barranquilla piden controlar los decibeles de show navideño. Foto:

Los habitantes del edificio Grove 2, ubicado en la carrera 56 con calle 94 en el norte de Barranquilla, pidieron controlar los decibeles de la música del show navideño Naviland.

Según los habitantes del sector, en horas de la noche se ha vuelto imposible tener tranquilidad en sus hogares. “Los decibeles del animador, y de la música perturban a la comunidad, nosotros no tenemos adónde meternos cuándo ellos están animando, llamando a la gente para que vaya, a los artistas, uno oye música de navidad estridente una hora, pero más de una hora eso cansa. No sabemos qué hacer ni a quién acudir”, manifestó Leda Lesser en diálogo con La W.

En total son 15 apartamentos en donde viven entre 4 y 5 personas por familia, que en su mayoría son personas de la tercera edad quienes se encuentran cansados, del alto volumen que emite el show navideño, que se encuentra ubicado en el parque Bosques del Norte, el cual está ubicado en una zona residencial.

“Los fines de semana comienza la bulla a las 3, hasta las 12 de la noche. Y a las 12 de la noche cuando salen, al frente de mi edificio parquean los buses que recogen los empleados, y vienen con un escándalo, una cosa terrible, estamos alterados. A la 1 de la mañana es que podemos dormir, si acaso conciliamos el sueño después de tanta alteración.”

Los moradores del edificio aclaran, que no están en contra de estas iniciativas que buscan brindarle un rato de esparcimiento a los niños, y a familia en esta época del año, pero consideran que las autoridades deben intervenir, ya que sobrepasan los límites a nivel sonoro.

“Estamos comenzando apenas la navidad, no estamos en contra de que se puedan hacer actos públicos, dónde participen los niños, y todo.  Pero yo creo que bajo el respeto, y los decibeles permitidos, para nosotros poder tener una vida más tranquila. Diariamente nosotros no sabemos qué hacer, yo quiero saber a quién nos dirigimos para que le bajen un poco el volumen.” Señaló Ana de Pérez, otra de las personas afectadas.