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¿Realmente peligra la clasificación de Argentina para el Mundial Rusia 2018?

"Un Mundial sin Messi, sería menos Mundial".

Lionel Messi ha sido considerado el mejor jugador del mundo en cinco de los últimos siete años por la FIFA.. Foto: BBC Mundo

Así de enfática fue la posición del argentino Jorge Valdano cuando se refirió a la delicada situación de Argentina en las eliminatorias sudamericanas a la Copa del Mundo Rusia 2018.

Dentro de toda la mierda que estamos pasando seguimos vivos

Lionel Messi

Sin embargo, el que fuera campeón con la Albiceleste en 1986 junto a Diego Armando Maradona se mostró confiado que sus compatriotas encontrarán la solución para lograr la clasificación, según lo expresó en los micrófonos de la radio española Onda Cero tras la humillante derrota 3-0 frente a Brasil el pasado jueves.

El optimismo del exdelantero del Real Madrid contrasta con el estado pesimista que rodea a la selección que dirige el técnico Edgardo Bauza, tanto de los jugadores como la afición y la prensa.

Argentina, que enfrenta a Colombia este martes en San Juan con la obligación de ganar, ocupa la sexta posición de la clasificación y de quedar en ese lugar al final de las eliminatorias quedaría por fuera del Mundial por primera vez desde 1970.

Esa fue la única ocasión en la que Argentina no pudo clasificar a la fase final del mundial al quedar de última en un grupo en el que le tocó enfrentar a la gran Perú de los años 70 y a Bolivia.

El mediocampista Javier Mascherano aseguró tras lo sufrido en Belo Horizonte que el equipo había "tocado fondo", mientras que Messi reconoció que "es obvio que futbolísticamente la selección no juega bien y también es algo de la cabeza".

Neymar baila entre un mar de piernas argentinas.

Para la Pulga lo importante ahora es "ganar como sea" ya que pese "a toda la mierda que estamos pasando seguimos vivos".

Pero ¿por qué Argentina está sufriendo en un proceso clasificatorio en el que por lo general no tienen problemas? ¿Realmente peligra su presencia en el Mundial?

La respuesta rápida a la segunda pregunta es no. El problema es que está condicionada con la primera interrogante.

Por qué sí

Estadísticamente, la Albiceleste no debería tener ningún problema para llegar a Rusia tomando en cuenta que todavía quedan siete fechas por jugar, incluyendo la de este martes.

De esos partidos, cuatro los juega como local contra equipos -Colombia, Chile, Venezuela y Perú- con los que no registra ninguna derrota de local en 20 partidos desde las clasificatorias a Francia 98.

Sumando cuatro victorias llegaría a los 28 puntos, que se calcula será la cifra que marcará la frontera de la clasificación.

Uno o dos puntos en sus visitas a Bolivia, Uruguay o Ecuador la dejaría con el boleto asegurado.

Por qué no

Dicho esto, ninguno de esos campos es garantía para Argentina.

En La Paz fue donde Messi sufrió la derrota más abultada desde que viste la camiseta albiceleste, mientras que en Montevideo y Quito también cuenta con un registro negativo de dos victorias, tres empates y cinco derrotas.

James Rodríguez y Radamel Falcao son los líderes con los que Colombia buscará la sorpresa en San Juan.

Y de local Argentina tampoco está mostrando un fútbol nada fiable como dejan claro sus derrotas contra Ecuador y Paraguay, la primera vez en toda su historia que pierde dos partidos frente a su afición en unas eliminatorias.

Esos resultados son fuente de motivación para las otras selecciones, que como es el caso colombiano también están necesitadas de sumar puntos.

Las condicionantes

Hace 10 años Argentina anotó uno de los mejores goles colectivos en la historia de los mundiales, el que marcó Esteban Cambiasso frente a Serbia y Montenegro en Alemania 2006 después de un movimiento en el que se completaron 25 pases.

Fue un gol de antología de un equipo que contaba con un excelente balance entre defensa y ataque y un cerebro en el mediocampo como Juan Román Riquelme.

Cambiasso marcó uno de los mejores goles colectivos en la historia de los mundiales.

La profundidad de la plantilla quedó reflejada aquella tarde cuando dos de los tantos en la goleada 6-0 llegaron desde el banquillo: Lionel Messi y Carlos Tévez.

Hoy Argentina está lejos de aquel equipo. Nicolás Otamendi y Ramiro Funes Mori están lejos del nivel alcanzado por Roberto Ayala o Gabriel Heinze.

Mascherano tenía 10 años menos y no hay un jugador de las características de Riquelme.

Tal vez las opciones en ataque están en un nivel similar -Hernán Crespo, Javier Saviola, Lionel Messi, Carlos Tévez y Julio Cruz contra Gonzalo Higuaín, Sergio Agüero, Ángel di María, Lucas Pratto y el mismo Messi- aunque da la sensación que en la quinta de 2006 había un mayor entendimiento.

Aquella selección de Argentina contaba con una profundidad y calidad muy superior a la del equipo actual.

Incluso en aquella oportunidad había un técnico que contaba con el respaldo de la mayoría de argentinos, José Pekerman, a diferencia de lo que ocurre en el presente en el que Bauza asumió el puesto tras la renuncia de Gerardo "Tata" Martino.

Ninguno de los dos, al igual que lo que pasó con Alejandro Sabella o el mismo Maradona, ha tenido el apoyo de la afición que observa como los entrenadores argentinos más exitosos del momento se encuentran comprometidos con sus clubes: Diego Simeone en el Atlético de Madrid, Mauricio Pochettino con el Tottenham Hotspur y Jorge Sampaoli con el Sevilla.

Jorge Sampaoli dirigió a Chile a su primer título internacional, pero prefirió regresar al fútbol de clubes antes que entrenar a la Albiceleste.

Desde la Asociación de Fútbol Argentina, la AFA, se ha reiterado que mantendrán la confianza en Bauza, pero su tiempo al frente de la selección dependerá de los resultados en la cancha.

Hace dos años Argentina estuvo a una victoria de levantar la Copa del Mundo en la casa de su máximo rival futbolístico y regional, Brasil, que tuvo que presenciar como dos de sus más enconados rivales disputaban la final en el mítico estadio Maracaná.

A la Canarinha le costó reencontrar el rumbo al tocar fondo con el humillante 7-1 sufrido contra Alemania, pero la llegada de Tite al banquillo como seleccionador cambió radicalmente la dinámica de un equipo a la deriva.

Obtuvo la medalla de oro olímpica -la primera en la historia de Brasil-, lleva cinco victorias consecutivas en las eliminatorias y lidera la clasificación.

Lo único que esperan en Argentina es que la reacción sea ahora y no haya que esperar a tocar fondo lejos del próximo mundial.