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La vieja relación entre el preso Eduardo Pulgar y el director del INPEC

Daniel Coronell revela que dos personas del círculo de Pulgar, en Soledad, trabajan hoy para el director de prisiones.

La vieja relación entre el preso Eduardo Pulgar y el director del INPEC

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El director del INPEC, el mayor general Mariano Botero Coy, tiene una vieja relación con el preso exsenador Eduardo Pulgar. Foto: Colprensa

El director del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC), el mayor general Mariano Botero Coy, tiene una vieja relación con el preso exsenador Eduardo Pulgar, a quien le ha ido de maravilla con el INPEC, según conoció El Reporte Coronell.

Gracias a la administración del general Botero, el condenado Pulgar fue trasladado de la Cárcel Nacional de La Picota en Bogotá a la cómoda reclusión del Batallón de Ingenieros Vergara y Velasco en Malambo, Atlántico.

El batallón tiene además una posición estratégica para Pulgar. Está a un paso del aeropuerto Ernesto Cortissoz.

En El Reporte Coronell:

Y al otro lado del aeropuerto está Soledad, el principal feudo político de Pulgar. Allí su cuñado Rodolfo Ucrós es el alcalde y Pulgar maneja todo, especialmente la salud que ha sido un sector muy apetecido por él.

En las últimas horas, le envié un mensaje al director del INPEC para pedirle que me respondiera unas preguntas. El general Botero prefirió hacerlo por mensajes de texto porque me explicó que iba por carretera.

La primera pregunta era sencilla, le escribí: ¿Quisiera preguntarle cuándo y en qué circunstancias conoció a Eduardo Pulgar?

El general decidió responder sin palabras, solo con cuatro signos de interrogación.

Le repetí la pregunta y entonces contestó: “Cuando fui comandante de la Policía en Barranquilla y comandante de la región Caribe”. Y puso nuevamente tres signos de interrogación al final de la respuesta.

La realidad es que había personas en común, más allá de la simple relación entre un comandante de la Policía y un legislador.

Un muy cercano amigo del general, llamado José Infanzón, era contratista y persona de confianza de alguien muy importante en la administración de Soledad, Atlántico.

José Infanzón es tan cercano al general Mariano Botero Coy que encontré una foto suya vistiendo uniforme de la Policía, a pesar de que no hay registro de que sea miembro de la institución.

La imagen muestra al atlético general Botero, al lado de José Infanzón, un poco pasado de peso, vistiendo una apretada camisa verde de la Policía Nacional con los botones a punto de reventar, aunque sin los nombres y la placa reglamentarios. Lo que sí parece llevar son insignias en los hombros y en el cuello.

Quizás la foto fue tomada para la época de Halloween.

Otras fotos muestran al general ataviado con su uniforme de Gala y al contratista vestido de elegante esmoquin, esta vez sí de su talla. Las imágenes no dejan duda de que el oficial e Infanzón comparten actividades sociales.

 

Ahí no paran las sorpresas. Al general Botero lo nombraron director del INPEC en enero de este año y en febrero, apenas unas semanas después, le dio un contrato por 67 millones de pesos a su amigo Infazón. De acuerdo con el documento, conocido por el reporte, el INPEC entregó la suma a José Infanzón por contratación directa, sin licitación.

Volvamos a Soledad. En el feudo político del preso Eduardo Pulgar, el amigo del general, el señor Infanzón, trabajó como contratista y en la práctica mano derecha de la gerente del Hospital Materno Infantil de esa ciudad. Ella se llama Rosa Madera.

Por cuenta de un contrato de ese hospital materno infantil, gerenciado por Rosa Madera, fue el enfrentamiento a puños en el que el ahora preso Pulgar agredió al entonces secretario de salud de Soledad, Luis Fábregas.

Pulgar le reclamaba a Fábregas por no haber firmado un contrato por 3.500 millones.

En las primeras declaraciones, después del impasse, publicadas por el medio Zona Cero, Pulgar dijo: “A raíz de eso y al ver la gravedad de los hechos procedí a llamar al general Botero, al comandante del CAI y a los agentes del cuadrante, ya que estaba en peligro mi vida”.

Dijo Pulgar que llamó al general Botero, que es el general Mariano Botero Coy hoy director del INPEC y en esa época comandante de la Región 8 con jurisdicción en varios departamentos de la Costa.

Cuando le pregunté hace unas horas al general Botero sobre la pelea de Pulgar, me contestó: “No, no sé de qué me habla”.

El general también me dijo que Pulgar había sido trasladado al acogedor batallón de ingenieros militares cercano a Soledad no por decisión suya, sino que “El juez que aprobó el traslado al Batallón de Malambo por cupo aprobado por dirección de reclusión militar”.

Me da vergüenza con el general pero encontré un documento que lo contradice y está firmado por él mismo:

Se trata de la resolución de traslado de Pulgar donde el general firma que transfiere al confortable cuartel de Malambo al condenado exsenador por “Derecho de petición sin fecha suscrito por el señor Eduardo Enrique Pulgar Daza”.

Es decir, lo mandaron a Malambo porque Pulgar pidió que lo mandaran. Además, la solicitud fue efectuada a través de un derecho de petición sin fecha, una especie de cheque en blanco para ser llenado a conveniencia.

La resolución no nombra por ninguna parte al juez al que el general responsabiliza del traslado y eso solo puede tener dos explicaciones:

  1. La primera que el juez no fue el que ordenó el traslado, en contra de lo que asegura el general.
  2. O la segunda, que el señor general Mariano Botero Coy está mal asesorado jurídicamente.

Dándole el beneficio de la duda, acuciosamente me puse a mirar quién es el director jurídico del INPEC que quizás no asesoró debidamente al alto oficial. Y aquí sí, como dice Julio Sánchez Cristo, les pido que se abrochen los cinturones. Especialmente si van por carretera, como el general Botero:

La directora jurídica del INPEC, nombrada por el general Mariano Botero Coy, es Rosa Madera, la misma gerente del hospital de Soledad por cuyos contratos Pulgar agarró a puños al secretario de Salud.

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