Colombiana abusada en Alemania fue al Consulado y le sugirieron ir a una iglesia

Lucía Urrea contó en Sigue La W la historia de su hija Laura Urrea luego de irse a vivir a Alemania.

26/07/2021 - 12:28 h COT

Laura Urrea, una colombiana que se mudó a Alemania por temas laborales, fue abusada por un ciudadano de ese país por más de tres años. Desde septiembre de 2014 hasta marzo de 2017, este hombre restringió "totalmente sus salidas, su acceso al dinero, su acceso al idioma, su acceso a comunicarse con otras personas que no sean su familia", controlando todas las interacciones que tenía. Si Laura no hacía lo que él quería, la dejaba "sin alimentación por semanas como castigo". Además, sufrió de "agresiones verbales, físicas, psicológicas" y abuso sexual.

Laura conoció al personaje en cuestión en octubre de 2013. Mantuvieron una relación a distancia hasta que este le pide matrimonio en Bogotá. El contrato que Laura iba a firmar "nunca se realizó". El hombre era el intermediario de dicho contrato.

El susodicho abusó de Laura y en 2016 la ciudadana colombiana queda embarazada. Su hija, Ella (su identidad será omitida), también sufrió de abuso sexual y violencia intrafamiliar. Según la denunciante, "ninguna entidad oficial colombiana ha ayudado a Laura, Ella o Lucía a contactar otras entidades o conseguir apoyo legal hasta este momento". Tras acudir al Consulado de Colombia en Alemania, la respuesta que recibieron es que debían ir a una Iglesia a pedir ayuda. Adicionalmente, el Embajador de Colombia en Alemania, según el comunicado, dijo que "no ayudan con estos casos y que además no tienen ningún presupuesto".

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Liliana Díaz Cruz, amiga de Laura, manifestó en Sigue La W que “me enteré en el 2017, porque en el momento en que Laura escapa, hace una publicación en Facebook contando una pequeña parte de la historia. Hace dos semanas ella hace un video pidiendo ayuda y explicando los abusos que ella está viviendo”.

Lucía Urrea, madre de Laura, indicó que “lo conocimos en octubre 29 de 2013 en Santa Marta. Unos chicos nos comentaron que estaban cortos de plata, yo los invité a cenar, luego Laura contó a qué se dedicaba”.