Mujeres líderes corren peligro en la Sierra Nevada por presencia de grupos armados
La Defensoría del Pueblo también expone la actuación de exparamilitares que se proclaman gestores de seguridad y de orden en 5 poblaciones del Magdalena.
Ante los nuevos hostigamientos a líderes sociales en el Magdalena la defensora del pueblo en el departamento, Nayara Vargas, lanza una nueva alerta sobre la situación de las personas que denuncian desde los territorios las faltas de garantías de seguridad y presencia institucional en la Sierra Nevada.
El ministerio público señala que existe una alta vulnerabilidad especialmente para las mujeres con roles de liderazgo asociados a la reivindicación de derechos o en procesos de reparación por victimizaciones. La alerta temprana 044 especifica los riesgos de los defensores sociales en Ciénaga, Fundación, Aracataca, Zona Bananera y Santa Marta.
Las lideresas “han sido ampliamente afectadas por amenazas, en las que se alude a características físicas de la persona de manera denigrante e indignante, desplazamiento forzado, homicidios y violencia sexual, conductas vulneratorias que reflejan claros impactos diferenciales del contexto de amenaza y vulnerabilidad existente”, dice el documento oficial.
Vargas, asegura que los últimos hechos de desplazamiento y amenazas registrados en Palmor de la Sierra con Yubitza Rovira Montalvo, confirman el estado de peligro por el que pasan las lideresas. “Nosotros esperamos que se dé una respuesta institucional, priorizando los territorios en los que alertamos sobre el peligro. Evidenciamos un incremento en las agresiones hacia las mujeres. Algunas de las víctimas tramitan salida del país por la situación”, agregó la funcionaria.
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“A comienzos del mes de febrero instalaremos la mesa de lideresas amenazadas del Magdalena, será un espacio para que ellas evidencien las diferentes situaciones de riesgo de cara a la institucionalidad”, concluyó la defensora.
Según versiones de los habitantes de Siberia, San Pedro, San Javier y Palmor, área rural de Ciénaga, existe presencia de exparamilitares que se están autoproclamando gestores de autoridad y tienen amenazadas a la comunidad, panorama que según la Defensoría agrava la seguridad para las mujeres en el departamento.