Acción conjunta contra el tráfico de fauna silvestre durante el retorno de puente de reyes
En el operativo se recuperó un loro de cabeza amarilla que iba a ser movilizado hasta Cali, Valle del Cauca.
El tráfico de fauna silvestre con fines comerciales para la tenencia de las especies o el consumo humano de la carne es un delito contra los recursos naturales que también implica maltrato animal.
Las personas que incurren en esta conducta ilícita, aun en tiempos de pandemia y con restricciones de movilidad por el COVID-19, se valen del transporte público para intentar pasar desapercibidas.
Ante esta realidad, la Fiscalía General de la Nación, a través del Grupo Especial para la Lucha contra el Maltrato Animal (Gelma), la Policía Nacional, la Secretaría Distrital de Ambiente y el Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal, realizan una acción preventiva y de control en la principal terminal terrestre de Bogotá, durante el último día de retorno del puente festivo de Reyes.
En los procedimientos se ha contado con el acompañamiento de ‘Mac’, un canino especializado en la detección de fauna silvestre. Gracias a su olfato agudo fue detectado y recuperado un loro de cabeza amarilla que iba a ser movilizado hasta Cali, Valle del Cauca.
Además, se incautaron 12 kilogramos de carne de chigüiro y armadillo que salieron de Yopal, Casanare, con destino final Sahagún, Córdoba, y se encontraron 40 huevos y una importante cantidad de carne de tortuga Galápagos.
“Un animal silvestre no es mascota, cuando lo extraemos de su hábitat hay muchas especies de fauna y flora que se ven afectadas. Adicionalmente, quien incurre en esta conducta se convierte en un eslabón del tráfico de vida silvestre. Por ello, es responsable quien caza, captura, comercializa, compra o quien transporta”, explicó Alejandro Gaviria, coordinador de Gelma.