En Nariño se denuncia y empiezan las amenazas y panfletos: Julián Burgos, defensor DD.HH.
En un espacio de escucha, líderes sociales así como políticos de ayer y de hoy relataron cómo el conflicto armado afectó al departamento.
Cuando se demanda la fuerza pública simplemente dicen que son inventos: Julián Burgos. Foto: W Radio(Thot)
La Comisión de la Verdad adelantó el conversatorio "Afectaciones e impactos del conflicto armado a la movilización social y política en Nariño" donde exmiembros de la Unión Patriótica, exalcaldes y defensores de derechos humanos retrataron la violencia vivida en el territorio en el pasado así como su continuidad en el presente.
Al líder comunitario Julián Burgos, las amenazas que ha recibido por su trabajo social hasta lo han llevado a tener que cambiarse el nombre. Afirma que fuera de Pasto no hay derecho a la opinión ni para elegir políticamente "a quien uno quiera".
También que las medidas de protección son solo para líderes políticos, mientras que los sociales están abandonados.
"Aquí en Nariño no se puede uno parar en una plaza pública y decir que X o Y funcionario está vulnerando los derechos humanos porque en ese momento ya empiezan las amenazas, en ese momento ya empiezan los panfletos, los mensajes de texto y cuando se demanda la fuerza pública simplemente dicen que son inventos" indicó.
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El exdiputado de la Unión Patriótica Gerardo Burbano contó cómo, según desde su perspectiva, el exterminio de esa colectividad política en Nariño así como en otros departamentos fue un plan de estado, y que con el paso del tiempo los asesinatos selectivos en los municipios nariñenses erosionaron aún más sus liderazgos.
"Llegó un momento que para el año 2003 toda la dirección de la Unión Patriótica en Tumaco había sido asesinada o desplazada" indicó.
Ante la elevada presencia de cultivos de uso ilícito en Nariño, el líder de la mesa agraria y étnica departamental Yovany Cárdenas señaló que ese fenómeno no se debe a una voluntad de los campesinos, sino al abandono del estado.
"...no han tenido otra opción que dedicarse a los cultivos de hoja de coca como una opción de vida, de subsistencia. No vemos que el cultivo de hoja de coca y el narcotráfico sea la toda la problemática sino más bien una causa de la violencia histórica", expresó.
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Desde la Comisión de la Verdad en cabeza de su presidente, el padre Francisco de Roux, se enfatizó en las alarmantes cifras de asesinatos de defensores de derechos humanos en Nariño, que en este año según él, van en 20 muertos que en total suman 84 luego de la firma del acuerdo de paz.
"Queremos expresarles nuestra solidaridad y nuestra compañía para que no disminuyan su esfuerzo para continuar, hay una esperanza y está en los jóvenes de Nariño, en su liderazgo, Colombia necesita de Nariño" señaló el máximo dignatario del órgano transicional.
En el conversatorio también se hizo énfasis en la correcta implementación de los acuerdos de paz debido a que, afirma, la mayoría de los puntos acordados no son en beneficio de las Farc sino para reconstruir el campo colombiano.
